El papa lamentó ayer “la muerte inesperada” en Roma del prelado de la influyente organización católica conservadora Opus Dei, el español Javier Echevarría Rodríguez, y reconoció su “paternal y generoso testimonio” como religioso.
En un telegrama, el pontífice expresó su “más sentido pésame” y recordó a sus predecesores en la fundación y dirección de la institución, el controvertido Josemaría Escrivá de Balaguer, canonizado por Juan Pablo II en 2002 y Álvaro del Portillo, beatificado por Francisco en 2014.
El papa argentino, jesuita de formación, deploró el fallecimiento de Echavarría, de 84 años.