Un dato interesante: los ingresos en el extranjero de la empresa brasileña Odebrecht constituyen el 70% de su facturación. Sin duda algo para ver e investigar en varios países del hemisferio.
En Brasil, en tanto, en el marco de la operación anticorrupción que investiga sobornos y desvíos de dinero (unos 2,200 millones de dólares en los últimos diez años) de la petrolera estatal Petrobras, fueron detenidos preventivamente, y entre otros, los presidentes de las dos mayores constructoras del país: la citada Odebrecht y Andrade Gutiérrez.
Se les acusa de haber sobornado a directores de Petrobras para “ ganar“ licitaciones de obras de esa empresa. Las comisiones, “mordidas”, “coimas” o ”cometas”, o como se le quiera llamar, eran del 3% del valor del contrato, y habrían pagado por tal concepto unos 250 millones de dólares, según las investigaciones preliminares.
Pero, además, la “ manga ancha“ alcanzaba a partidos y dirigentes políticos, en su mayoría del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) fundado por Lula y de otros que integran la coalición que respalda al gobierno de Dilma Rousseff.
Por ello también ha sido detenido el extesorero del PT Joao Vaccari, y se investiga a los presidentes de las cámaras de Diputados y Senadores y en total a 13 senadores, 22 diputados, 2 gobernadores y algunos exfuncionarios del Poder Ejecutivo. En total son unos 59 los nombres en danza.
Y entre tanto nombre hay uno que destaca y es el del expresidente y fundador del PT Luiz Inacio Lula Da Silva. Hace 5 semanas la revista brasileña Época informó que Lula – al que calificó de “el operador”- era investigado por tráfico de influencia .
Dio datos de su “gestión” para “ayudar” a empresas constructoras, en particular Odebrecht, a ganar contratos en el exterior.
También se le señalan gestiones para que se concedieran a esas firmas préstamos especiales y blandos por parte del Banco de Desarrollo de Brasil (BNDES) . Se dijo, asimismo, que Odebrecht financió viajes de Lula a Cuba, Venezuela, República Dominicana y Ghana, lugares donde la empresa tenía “ interés en cerrar negocios”.
Esto fue negado por voceros de Lula, pero el propio presidente de Odebrecht admitió por esos días que habían pagado viajes de Lula para dar conferencias y promover al Brasil, y dijo que la empresa “dependía del presidente Lula para abrir el camino para los negocios con el régimen de Cuba”.
En Cuba, dijo Marcelo Odebrecht, “ la relación con Lula ayudó mucho” (las obras de Odebrecht en la isla – megapuerto en la zona especial del Mariel, modernización de un gran ingenio azucarero, y ampliación del aeropuerto internacional de la Habana- superan largamente los mil millones de dólares).
Paralelamente a estos negocios e inversiones en la isla debe recordarse que Lula nunca quiso recibir a los disidentes cubanos ni hablar de los presos políticos y las violaciones a los derechos humanos en Cuba, para no interferir en sus asuntos internos. En esta materia y respecto al castrismo y el chavismo Lula fue muy respetuoso del derecho de no intervención.
El hecho de ahora es que parecería que el circulo comienza a cerrarse en torno a Lula, quien había sorteado con éxito el gran escándalo del “ mensalao” (compra de votos de legisladores)- operación que él dijo ignorar-, y el primer tramo de la investigaciones sobre Petrobras.
Sin embargo, de recientes declaraciones del expresidentes uruguayo y amigo de Lula, José Mujica, surge que el líder brasileño sí sabía lo del “mensalao”, hecho que ha despertado por lo menos “una gran curiosidad” en el Senado brasileño. Paralelamente surgen estos avances en torno a Petrobras.
“No se trata de un descubrimiento- comentó un analista- el tema es hasta cuándo van a sostener y cuidar a Lula“.
En los círculos del real poder brasileño – FFAA, Itamaratí, grupos económicos y el propio gobierno de Rousseff,- siempre han seguido muy de cerca el tema Lula, y considerado que era necesario resguardarlo, por cuanto era una figura emblemática vinculada a la mejor imagen y la mejor hora del país.
Pero esto habría variado debido a una imparable caída de la credibilidad e imagen del expresidente, por lo que no se descarta que le “suelten” la mano.
Se está a la espera de novedades.
Y también fuera de Brasil pueden haber novedades – no en Cuba y Venezuela, pues todos saben como se manejan las cosas en esos regímenes- pero si en otros países latinoamericanos donde Odebrecht opera y Lula es considerado una especie de sabelotodo universal.