Él nunca te dejará

Estás cargado por tanta obligaciones. Puede  que estés atravesado por una situación delicada en tu vida o has llegado a pensar que no hay solución y puedes estar tocando fondo por un problema que ha calado tu mente y no hay solución.

Te animo ahora que si tú crees en Dios y puedes esperar en el Señor, él vendrá a tu oportuno socorro.

Lee lo que dice el Salmo 40:1-5: “Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.

Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios.

Verán esto muchos, y temerán, confiarán en Jehová. Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza, y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira”.

No importan las circunstancias en la que tú estás pasando, esperar pacientemente en el Señor es dejar que él tome control de la situación, donde estarás en paz y seguro y estarás bendecido por nuestro Dios, pues él inclinará su oído a tus peticiones, vendrá cuando te estés hundiendo en tu lodo cenagoso, pues el Señor será tu apoyo para que pueda poner tu carga en él.

“Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar.

Te animo a que busques a Dios.  Tener una confianza simple, sencilla, en Dios es la garantía de que serás bienaventurado.

Puedes ser un hombre o una mujer pobre, aborrecida o estar enfermo, extendiéndole tus manos por fe es estar agarrado de Dios. Confía en Dios, él nunca te dejará.