Renaldo Bodden
Cada quien sabe qué momento escoge para el retiro en su actividad productiva.
Cada quien sabe cómo se comporta ante los demás en su entorno de trabajo. Cada quien tiene derecho a traicionar la actividad que le retribuye grandes recursos.
Cada quien tiene derecho a comportarse indeseablemente en el pináculo de su carrera.
Cada quien tiene derecho a burlarse de la prensa que va en busca de halagar sus hazañas (me incluyo). Cada quien tiene derecho a reírse de sus paisanos cuando solicitan sus servicios.
Cada quien tiene derecho a no cumplir con sus deberes a la hora de hacer promesas.
Cada quien tiene derecho a tratar de reividincar su estrafalaria imagen, aunque sea bajo el sagrado nombre de Dios que todo lo perdona.
Ese mismo derecho tengo yo a no creer en “El nuevo Manny Ramírez”.
¡No compro su arrepentimiento! ¿Entiendes?
