Bloomberg.-John Milligan era apenas el empleado número 32 en Gilead Sciences Inc. cuando lo contrataron como científico de investigación en 1990.
Ahora, al mando de la firma biotecnológica más grande del mundo, es el encargado en mantener el apabullante ritmo de crecimiento para satisfacer a los inversionistas angustiados por la desaceleración de su tratamiento estrella para la hepatitis C.
“Es hora de salir y hacer grandes fusiones”, dijo Milligan, quien tomó el puesto de director general (CEO) en marzo, en una entrevista en la sede de Gilead en Foster City, California. “Necesitamos algunos otros recursos que ayuden a reforzar nuestra cartera de desarrollos”.
El nuevo CEO heredó la farmacéutica en un momento crítico. Las ventas de dos de los medicamentos contra la hepatitis C –que están entre los fármacos de más rápido crecimiento de ventas de todos los tiempos—cayeron por primera vez el trimestre pasado, enfrentados con la competencia de productos rivales, lo cual hace temer que la marca experimente un declive más rápido de lo que se esperaba.
Milligan dice estar deseoso de impactar el tanteador con un producto clave para el tratamiento de cáncer, una de las tres áreas terapéuticas que busca expandir junto con enfermedades hepáticas y trastornos inflamatorios.
