Santo Domingo.-Por ser un árbol del que se extrae una madera preciosa, de color más oscuro y resistente, el nogal (Junglas jamaicensis o junglas- domingense) es una especie tan valiosa como la caoba criolla, y tiene la particularidad de dar pequeños frutos o nueces, comestibles especialmente en Navidad.
Es originario de las Antillas Mayores y casi se encuentra en la parte dominicana de la isla La Española; crece en terrenos altos como bosques de las cordilleras Central y la Septentrional, y en la sierra de Bahoruco.
Tamaño
Este árbol alcanza una altura de hasta más de 30 metros y hoy está muy amenazado debido al corte indiscriminado para la fabricación de muebles.
“El nogal forma parte de las 30 especies arbóreas nativas presentes en el pico Diego de Ocampo que seleccionamos en la Sociedad Ecológica del Cibao (Soeci) para ser propagadas y llevar a cabo la restauración del monumento natural José de Jesús Jiménez Almonte, principal elevación de la cordillera Septentrional que se encuentra entre las provincias de Santiago y Puerto Plata", detalló la doctora Doménica Abramo, miembro directivo de la Academia de Ciencias de la República Dominicana.
La importancia de cuidar esas cordilleras radica en que son muy importantes en el aporte hídrico de los ríos, los acuíferos y el clima.
Usos medicinales
Abramo señala que, de acuerdo con el Diccionario botánico de nombres vulgares de La Española (Henri Alain Liogier, 2da edición, 2000), a las hojas y corteza del nogal se les atribuyen beneficios medicinales como astringentes, mientras que sus raíces sirven de purgante y la infusión de éstas se utiliza contra la lepra.
No obstante, especificó, que es importante en cualquier caso consultar la Farmacopea Caribeña, la cual precisa sus usos correctos.
Reforestación
Por ser un árbol tan valioso que prospera en bosques nublados de más de 500 metros de altura, la Sociedad Ecológica del Cibao, de la que es miembro Abramo junto a un grupo de especialistas del Jardín Botánico Nacional, escogieron al nogal nativo para la restauración de áreas del pico Diego de Ocampo y otras zonas con características similares de las otras cadenas montañosas del país.
A este programa de propagación y rescate del nogal se unió con mucho entusiasmo el doctor Manuel José Cabral Tavares, miembro fundador de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra en 1962) y de la Academia de Ciencias de la República Dominicana ( 1974).
“Él puso a disposición del proyecto de rescate del nogal o nuez nativa, una propiedad en Rancho Arriba ( San José de Ocoa) donde en 1997 se inició la plantación de unos 10,000 árboles, entre plantas y semillas de esta nuez que están en producción”, externó la catedrática retirada de la PUCMM.
Inventario
El Jardín Botánico Nacional actualizó el inventario de la vegetación realizada por los ilustres científicos e inició así la propagación de especies de árboles nativos del entonces vedado Diego de Ocampo.
También propagó la palma manacla para cubrir las áreas más deforestadas utilizando el método de dispersión aérea de 350 quintales de semillas pregerminadas.
Resaltan aportes
— Homenaje póstumo
Para honrar la memoria del eminente economista Manuel José Cabral a un mes de fallecido, participantes del proyecto de restauración ecológica le rinden tributo destacando uno de sus aportes.
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