La oficina europea de estadísticas Eurostat había pedido a los Estados de la Unión Europea en 2013 que integraran el narcotráfico y la prostitución en sus estadísticas nacionales, al considerar que se trata de transacciones comerciales consentidas.
PARÍS.-El narcotráfico en Francia genera una actividad económica estimada en cerca de 2.700 millones de euros al año –3.112 millones de dólares–, anunció este miércoles el instituto francés de estadísticas (INSEE).
De esos 2.700 millones, 1.000 millones de euros son generados por el tráfico de cannabis, y 800 millones de euros por el tráfico de cocaína, precisó la misma fuente en una nota, la primera de este tipo elaborada por el organismo público.
El INSEE llevó a cabo su informe basándose en encuestas realizadas en los hogares. «Hay un riesgo de subestimación porque es posible que las personas no confíen en los encuestadores que las contactan», explicó el organismo.
La oficina europea de estadísticas Eurostat había pedido a los Estados de la Unión Europea en 2013 que integraran el narcotráfico y la prostitución en sus estadísticas nacionales, al considerar que se trata de transacciones comerciales consentidas. El objetivo era armonizar los datos suministrados por los países europeos, ya que esas actividades se consideran legales en algunos Estados como Holanda, lo cual incrementa su Producto Interior Bruto (PIB), e ilegales en otros.
La mayoría de los países europeos cumplieron con la petición de Eurostat.
En Francia, el narcotráfico supone un poco más de 0,1 punto del PIB.
En otros países como Italia y España, el hecho de añadir el dinero generado por la droga a los datos oficiales dio lugar a un incremento a veces patente del PIB.
El INSEE decidió sin embargo no contabilizar la prostitución en el PIB, al contrario de otros países europeos.
«La prostitución ejercida en la calle es notariamente la actividad de personas que suelen estar en situación irregular, a menudo menores de edad y bajo la férula de redes clandestinas que las llevaron a Francia», explicó el organismo.
Por este motivo, «esas situaciones se asemejan más a una forma de esclavitud sexual que al ejercicio libremente consentido de una actividad profesional», justificó el INSEE en su informe.
