Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS.
Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Lucas 1:30-33
La Navidad es una época hermosa, se respira un aire diferente, ella te invita a dar lo mejor de ti. Brota de tu interior una mezcla de sensaciones diferentes…
El Rey nació. Con este espíritu de bondad que está en nuestros corazones, es propicio traer a nuestra memoria la pregunta ¿por qué Cristo nació?… Jesús nació para reinar sobre la humanidad con un reino eterno, dado por su Padre.
Desde el momento de la Anunciación del arcángel Gabriel a María, le describe el reinado de Cristo.
Dice que reinaría eternamente en la casa de Jacob, y que su reino no tendría fin. Una vida eterna con nuestro salvador.
Valoremos más el pesebre. Debemos estar agradecidos, pues Jesús reina en los corazones de los hombres. Hagamos como los magos, como dice la Biblia, “que al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose lo adoraron”.
Es un tiempo para alabar al rey de reyes y señor de señores, una época para reconocer la grandeza de nuestro Señor Jesús, postremos nuestros corazones ante la majestad de su nombre.
Con el nacimiento de Jesús, fuimos reconciliados con Dios, dado paz con él, a través de nuestro Salvador. Hoy es sin duda una buena razón para alabar a Dios!