Con la recuperación acelerada de la economía mundial en el año 2021, y posteriormente con el surgimiento del conflicto bélico Rusia-Ucrania, la inflación inició un proceso acelerado y generalizado en casi todos los países del mundo.
La reacción de los gobiernos y de los bancos centrales no se hizo esperar, implementando política de subsidios para contener los precios, y políticas monetarias restrictivas para ralentizar la actividad económica.
En un mundo en recomposición, donde países como China emerge como potencia económica, Rusia mantiene un arsenal nuclear impresionante, y los Estados Unidos, principal potencia del mundo, lucha por mantener una hegemonía que se diluye en zonas económicas y políticas de influencias naturales, no hay que ser científico de NASA para saber que dichos acontecimientos constituyen una fuente permanente de incertidumbre que afectan la actividad económica mundial y ralentizan las decisiones de inversiones y consumo.
Técnicamente hablando, una recesión se define como el crecimiento negativo de la actividad económica durante dos trimestres consecutivos; y una estanflación es una recesión combinada con inflación (inflación +recesión). Las recesiones también vienen acompañadas de la disminución, al menos de cinco indicadores económicos: producto interno bruto real (PIB), ingresos, empleo, manufactura y ventas minoristas.
En la actualidad, las principales economías del mundo se han ralentizado o desacelerado. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), en su perspectiva sobre la economía mundial, pronostica un crecimiento de la economía mundial de 3.2% en este año 2022, en comparación al 6,1% el en 2021.
En los Estados Unidos el ritmo de la actividad económica ha tenido un crecimiento negativo durante los dos últimos trimestres. Sin embargo, los niveles y creación de empleos son altos, por lo que, aún, no se puede hablar de recesión strictu sensu.
Que los riesgos para que la inflación y la recesión desaparezcan o se intensifiquen dependerá de factores geopolíticos, como el conflicto Rusia-Ucrania y las continuas amenazas Estados Unidos-China en torno a la situación histórica entre China-Taiwán.
Mientras tanto, las perspectivas para los próximos meses es que el conflicto bélico Rusia-Ucrania permanezca, y la inflación, al llevar una trayectoria de permanencia, se torne más difícil su desanclaje.
Bueno, habrá que esperar.