El nacimiento de Cristo no es una ficción, fue un acontecimiento que cambió la historia de la humanidad. Donde se cumplieron todas las profecías dichas por los profesas.
Esta especie de división ante y después de Cristo no fue algo casual. Sino que fue un plan diseñado por Dios para cambiar el rumbó de la humanidad.
Quiero en este día mostrar, a través de la Escritura, lo que fue este evento que ha trascendido los tiempos.
La cita está en Lucas 2:8-15: “Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento.
Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón. Había pastores en la misma región que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño.
Y he aquí se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.
Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.
Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!..”.
Lo primordial del nacimiento de Cristo. Era con propósito eterno, donde Jesús es el salvador y redentor del hombre. Este evento no solamente se festeja en una fecha, sino que trasciende todo los días, meses y años. Por eso el mundo dio un giro.