El Danilismo será vencido con un candidato de la alternancia. De lo contrario éste va a continuarse con Gonzalo Castillo, de quien hemos escuchado la palabra “visionario” en alusión a su persona –o él mismo se ha referido a sí mismo como un visionario.
Lo hubiese creído si antes se hubiera postulado a diputado, o fuera el compañero de boleta de algún candidato a la Presidencia.
Sólo un fenómeno político lograría ser visto como visionario, después de haber probado su capacidad y moralidad en el Estado, y eso lo puede lograr alguien que irradie carisma político.
Por su peculiar personalidad y trayectoria política se puede comparar el Danilismo con el Pachequismo, en Uruguay, excepto que su líder tenía formación política, fue diputado y vicepresidente antes de la época en que gobernó desastrosamente el Uruguay.
Hay una extraña similitud entre el político dominicano con la figura de Jorge Alejandro Pacheco Areco (presidente de la República Oriental del Uruguay, 1967-1972).
Para empezar, este último no terminó sus estudios de derecho, pero ejerció el periodismo; militó en el vierismo (una suerte de escisión del Batllismo), como Gonzalo Castillo en el Danilismo.
La breve presidencia del general Oscar Gestido fue lo que hizo posible la asunción del mando del vicepresidente Jorge Pacheco Areco, quien luego gobernó con los métodos violentos y alocados; en el nivel de las circunstancias que acompañan el desarrollo de la campaña y tal como ocurrió el ascenso a la candidatura del candidato Gonzalo Castillo hay un juego de falta de institucionalidad política a lo interno del propio PLD, y de lograr la Presidencia, preocupa esta sea de una incertidumbre y violencia gubernamentales.
“Un hombre no sólo vive para la política, sino de la política”, dijo alguna vez Antonio Gala, escritor andaluz.
omo el candidato en cuestión es del gobierno, del PLD, la frase debería ser lo contrario: “un hombre no sólo vive de la política, sino para la política”.
Me ha servido de guía la propia biografía del candidato, contada en primera persona en sus intervenciones televisivas, lo cual es claro que tiene una inadecuada preparación académica y aunque es al mismo tiempo un miembro del PLD, no parece estar formado en ese partido.
Se tiraron al zafacón los principios de esa organización; los círculos de estudio y también eso de servir a partido para servir al pueblo, vieja máxima del líder fundador de esa organización política, que de tener una fortuna como la que exhibe el candidato actual se hubiera retirado de la política, sin duda.
¿El candidato del gobierno fue circulista? Porque al parecer no sabe especular sobre el Estado, ni tiene sentido de la historia dominicana. El temor es ahora que continúe el Danilismo, improvisado y empírico. Pacheco Areco, lo comprendió temprano, cuando dijo: “Pacheco o nadie”.