El miedo (1)

El miedo (1)

El miedo (1)

Dilenia Cruz

Tener miedo no es lo mismo que ser miedoso.  El miedoso es quien se queda paralizado ante el temor al fracaso, a lo inesperado y no actúa.

Pierde las oportunidades de vencer ese miedo y alcanzar un objetivo deseado.  Sin embargo el miedo como tal es una herramienta favorable en cada momento de nuestras vidas.

El miedo nos aleja de situaciones para la cuales aun no estamos preparados, de posibles fracasos, y nos hace bajar la marcha para desarrollar estrategias.  Nos obliga a ser cautos  y críticos.

Cuando sentimos miedo la química de nuestro cerebro desencadena reacciones que nos ponen en alerta por si necesitamos huir, pelear o protegernos.

Si nos enfrentamos a una situación de riesgo y no nos asustamos debemos revisarnos, porque entonces pudiéramos estar siendo temerarios.

El sistema nervioso simpático disminuye las funciones corporales no vitales, como la digestión, en cambio acelera el metabolismo, sube la adrenalina, los niveles de glucosa en la sangre, la presión arterial  y la presión muscular;  las pupilas se dilatan para que el cuerpo esté listo para accionar.

Cuando tenemos miedo de algo, lo vemos más grande y cercano que lo que realmente es.  Por ejemplo, si yo me encuentro con un ratoncito, es como si fuera un león.

Para enfrentar ese miedo, mi cerebro registra su tamaño y lo integro a la  información de que soy mas grande que el.  Yo, como cada individuo, puedo controlar mis miedos.

Otra cosa que debemos identificar es si esa sensación es nuestra o nos es transmitida por otros.

Yo, por ejemplo, adquirí ese temor de mi madre, y esa información también la integro.  Ese miedo es de ella, no mío.  Yo puedo hacerlo diferente.  ¿Y tu?



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