A veces de la persona que menos espera te viene una gran enseñanza que puedes aplicar para toda la vida. Por ejemplo, convertir la adversidad en motivación para triunfar requiere sabiduría, madurez y liderazgo.
El equipo de baloncesto de la Liga Nacional de Desarrollo, Los Truenos del Distrito, se coronó campeón mostrando una gran gallardía, pero en un momento de la temporada tuvo un bache en el que muchos se sintieron desmoralizados.
Uno de los jugadores, a quien muchos le habían puesto el estigma de que en ocasiones solía desconcentrarse, fue la bujía inspiradora con un mensaje que conmovió a todos, incluyendo a la gerencia.
Todo cambió. El talento siempre estuvo ahí, pero la aptitud perdida se recuperó y con creces.
Ese joven oriundo de la comunidad del Caliche de Cristo Rey, conocido como Robert de Jesús, nunca pretendió dar una enseñanza. Solo le escribió a sus compañeros lo que le dictaba el corazón. A partir de ese momento el equipo nunca más perdió un partido hasta convertirse en campeón de una competitiva liga, jugando una final contra un gran equipo y teniendo que disputar en tiempo extra.
Palabras sencillas de un joven sencillo sacaron lo que sus compañeros siempre tuvieron en su corazón. Por eso, quizás más que palabras duras, las personas lo que requieren es que le recuerden de las cosas buenas que son capaces de hacer.
Aquí les comparto el menaje que Robert de Jesús, conocido como Titi Junior, compartió con sus compañeros y comprenderán que cuando habla el corazón, las palabras fluyen en la dirección correcta:
Muchachos buenas noches. Yo sé que yo no soy cl Capitán pero vamos todos a unirnos por la lucha.
No podemos darnos el lujo ahora a tirar la toalla porque perdimos dos jueguitos. Eso es disparate. Los reales guerreros no se rinden con pequeñas derrotas. Ahora es que tenemos que demostrarle a la gente de que estamos hechos, que lo del otro año no fue suerte, que fue a base de sacrificio y trabajo en equipo ayudándonos uno con el otro. Entonces vamos a unirnos todos con esta lucha.
Vamos para encima muchachos. No soy persona de estar escribiendo, pero en verdad me duele el equipo y no tenemos la misma armonía que teníamos el otro año. Ahora estamos más desunidos, vamos apoyarnos todos como compañeros y hermanos de equipos que somos, que eso va desde la gerencia y jugadores. Vamos a ponerle ganas a esto que ahora es que falta mambo.
Vamos todos a poner nuestro grano de arena cada uno y asumir nuestro rol dentro de la cancha, que si el coach entiende que yo tengo que estar dos minutos en cancha, lo acepto y me esfuerzo para que me den 2 y medio y así me va aumentando el juego dentro de la cancha.
Vamos a ponerle y si lee he faltado a uno de ustedes me disculpan, pero por favor vamos a unirnos más, ser más compañerismo que ese torneo es de nosotros. Y me disculpan si me fui lejos pero en verdad veo que el equipo le duele a unos cuantos.
Vamos a unirnos todos que cuando ganamos todos estamos contentos, pero cuando perdemos somos unos cuantos que sufrimos. Entonces vamos a unirnos todos al dolor y enfrentar la prueba que Dios nunca abandona a sus hijos.
Así que bendiciones para todos y pasen buenas noches.