El mal aliento y la autoestima

El mal aliento y la autoestima

El mal aliento y la autoestima

Yamel Villabrille, Odontóloga - Endodoncista

Cuando no se tiene una correcta higiene, con el paso de las horas durante el día se acumulan muchas bacterias en la cavidad oral. Los restos alimenticios que se quedan atrapados entre los dientes, en los carrillos (mejillas), y la lengua se descomponen, destilando un olor fétido bastante desagradable. En otros casos la persona puede padecer de infecciones recurrentes en la amígdalas, lo cual también provoca mal olor de boca. Los problemas gástricos suelen generar un fuerte mal olor que se puede percibir a través del aliento aunque el paciente tenga una higiene dental excelente.
La halitosis o mal aliento produce rechazo entre las personas, si estamos hablando con alguien que desprende un olor muy fuerte de la boca tendemos a alejarnos un poco durante la conversación, mover la cara en dirección opuesta o desviar la mirada. Muchas veces la otra persona percibe estas señales, dándose cuenta de lo insoportable que es su aliento.
Existen personas que no les importa mucho este defecto, mientras que otros se sienten avergonzados, se aíslan de los demás, entran en ansiedad e inseguridad, se inhiben en gran manera de interactuar y compartir con los demás; comportamiento que si se adopta durante un largo tiempo podría generar depresión y serios problemas de autoestima, les será casi imposible realizar sus actividades en el trabajo, universidad, escuela, incluso hasta en el plano amoroso, en el cual les daría miedo acercarse a una persona con intenciones sentimentales por miedo al rechazo.
Si el asunto en cuestión ha lacerado tan profundo el estado de ánimo en una persona, lo ideal es acudir a terapias psicológicas conjuntamente con la evaluación y tratamiento de un odontólogo, si este último detecta que el problema no proviene de la cavidad bucal, lo referirá al médico especialista que corresponda.
Entre las razones estrictamente orales que producen mal aliento podemos mencionar: dientes con cavidades, gingivitis, periodontitis, restos de piezas dentales sin extraer, tratamientos de canal sin finalizar o peor aún sin nunca haberse iniciado, heridas infectadas, presencia de placa bacteriana, tártaros, prótesis mal adaptadas, aparatos llenos de restos alimenticios, entre otras.
Para evitar la incomodidad de tener mal aliento se aconseja cepillarse después de cada comida, usar el hilo dental, un limpiador lingual para barrer todos los restos bacterianos que se alojan sobre la lengua, utilizar enjuagues bucales, realizarse una profilaxis dental mínimo dos veces al año, mantener siempre limpios sus aparatos ortodónticos si es que los porta. También es bueno para mantener un aliento fresco tomar abundante agua durante el día sobre todo en épocas de calor, comer frutas y verduras, masticar chicles sin azúcar para ayudar a la producción de saliva y disfrazar con olores agradables el aliento.
¡Lograr un aliento fresco es muy simple!
Dios les bendiga abundantemente.
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