En el preludio de la cita en París 2024, el periodista Jesús Leonardo Reyes ha lanzado una obra que recoge la historia de la participación de República Dominicana en los Juegos Olímpicos, un documento que ha de servir como referencia obligada para estudiosos y seguidores de este aspecto del deporte autóctono.
“Historia Dominicana en Olimpíadas de Verano, Tokio 1964 a Tokio 2020”, está llamado a servir de consulta de estudiantes de diferentes niveles, del ente olímpico y federativo, de los involucrados en política estatal y de los propios protagonistas de las distintas delegaciones y los suyos.
También puede ser de consulta por allegados de ejecutivos de empresas y personalidades que acudieron en apoyo del Comité Olímpico en épocas en que los gobiernos no ofrecieron el respaldo económico pertinente para acudir a cada cita olímpica, tema aplacado por los últimos gobernantes.
Egresado de la Escuela de Comunicación Social de la UASD, Leo Reyes se despacha con un capítulo que detalla la historia del Comité Olímpico Dominicano, su nacimiento con directiva provisional para poder participar en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 1946. Retrata el manejo que le dio al organismo la dictadura trujillista y las medidas tomadas por el Consejo de Estado que presidió Rafael F. Bonelli en 1962 y por el presidente Juan Bosch en 1963, que les dieron autonomía.
No conocemos de algún documento que recoja de manera específica la historia del COD, con cada directiva que lo ha dirigido, libro al que se pueda acudir de manera franca ante cualquier necesidad de conocimiento al respecto. Es un mérito que hay que reconocer y agradecerle a Leo Reyes.
El libro recoge cada delegación con sus integrantes (oficiales, atletas y personal de apoyo) de las 15 olimpíadas consecutivas en que ha participado el país (sin contar la actual en París), con sus abanderados, el costo de la expedición, cantidad de atletas y deportes en que compitieron, además de referir parte del contexto en que se celebró cada Juegos Olímpicos.
Y muy importante, detalla cada competencia, cada fecha, resultado, el lugar general que ocupó todo atleta o equipo que nos representó y, por supuesto, pone manifiesto énfasis en las pruebas o competencias en que nuestros atletas se colgaron una medalla olímpica, que suman 12.
Nos germina la sospecha de que el fraterno Leo Reyes no obtuvo el respaldo económico necesario (del sector público ni privado), para hacer una tirada de ejemplares que se estile normal, que le permitiera hacer más factible su puesta en el mercado de lectores y a la vez sacar un buen rédito al enorme esfuerzo intelectual, de tiempo y demás, para sacar adelante esta meritoria obra.
En nuestro país, solo a quienes están detrás de un medio poderoso suelen abrírseles las puertas del respaldo económico cuando emprenden una tarea literaria en el ámbito deportivo y muchas veces no tienen la trascendencia del libro en referencia.
El Estado, que se supone nos representa a todos, así como la parte privada que apoya el deporte, deben ser más receptivos cuando se trata de buenos libros como es esta “Historia Dominicana en Olimpíadas de Verano, Tokio 1964 a Tokio 2020”, del desde ya nuestro historiador olímpico Jesús Leonardo Reyes.