Estados Unidos afirma que este martes lanzó desde el aire 36.000 raciones de comida en el norte de Gaza, en coordinación con Jordania, la segunda misión conjunta de este tipo en los últimos días.
La operación se produjo un día después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijera que los niños estaban muriendo de hambre en el norte, donde se estima que 300.000 palestinos sobreviven con poca comida y agua potable.
Pero la estrategia ha provocado un debate considerable.
Por un lado, las organizaciones humanitarias consideran que no satisface las crecientes necesidades.
Y, por el otro, afirman que es un símbolo del fracaso de los esfuerzos por enviar ayuda por tierra.
Buscando alternativas
Los camiones con alimentos y medicinas han estado entrando al sur de Gaza a través del cruce de Rafah, controlado por Egipto; y el cruce de Kerem Shalom, en manos de Israel desde el inicio de su guerra contra Hamás. Pero el norte, que fue el foco de la primera fase de la ofensiva terrestre israelí, ha quedado en gran medida aislado de la asistencia en los últimos meses.
El 20 de febrero, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) dijo que suspendería las entregas de alimentos al norte de la Franja porque sus primeros convoyes de ayuda en tres semanas enfrentaron «un completo caos y violencia debido al colapso del orden civil», incluidos saqueos violentos.
El jueves pasado, más de 100 palestinos murieron cuando multitudes se apresuraron a llegar a un convoy de ayuda operado por contratistas privados que estaba siendo escoltado por fuerzas israelíes al oeste de la ciudad de Gaza.
Los funcionarios de salud palestinos dijeron que decenas de personas murieron cuando las fuerzas israelíes abrieron fuego.
El ejército de Israel, por su parte, dijo que la mayoría murió al ser pisoteados o atropellados por los camiones de ayuda. Asimismo, precisó que los soldados que se encontraban cerca del convoy de ayuda habían disparado contra personas que se acercaban a ellos y que consideraban una amenaza.
Pero el martes el PMA informó que intentó llegar al norte de Gaza con suministros de alimentos, pero que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) «rechazaron» el convoy. Las FDI aún no han hecho comentarios al respecto.
El ejército de Israel lanzó una campaña aérea y terrestre en Gaza después de los ataques de Hamás contra su territorio el 7 de octubre, en los que murieron alrededor de 1.200 personas y otras 253 fueron tomadas como rehenes.
Más de 30.000 personas han muerto en Gaza desde entonces, según el Ministerio de Salud del territorio dirigido por Hamás.
«No es suficiente», dicen los palestinos
En las últimas semanas se han realizado más de 20 lanzamientos aéreos de ayuda a Gaza en coordinación con el ejército israelí. Francia, Emiratos Árabes Unidos y Egipto los realizaron junto con EE.UU. y Jordania.
Ismail Mokbel, un residente de la Franja, dijo a la radio Gaza Lifeline de la BBC -un servicio de radio en árabe para el territorio creado en respuesta al conflicto- que los paquetes de ayuda lanzados el viernes consistían en algunas legumbres y artículos esenciales para la salud de las mujeres.
Otro hombre, Abu Youssef, dijo que no pudo conseguir la ayuda que fue arrojada cerca del hospital al-Shifa en la ciudad de Gaza.
«De repente, cuando estábamos mirando al cielo, vimos paracaídas de ayuda. Así que permanecimos en el lugar (donde estábamos) hasta que la ayuda aterrizó a unos 500 metros de nosotros. Había mucha gente, pero la ayuda fue poca y por eso no pudimos conseguir nada«, relató.
Mokbel dijo que no se había entregado suficiente ayuda para satisfacer las necesidades del gran número de personas de la zona.
«Miles de ciudadanos vieron caer la ayuda sobre ellos (…) Y cuando cientos o miles esperan en esas zonas, sólo entre 10 y 20 personas consiguen cosas, mientras que los demás regresan sin nada. Desafortunadamente, este método de lanzamiento por el aire no es la forma más adecuada de transportar ayuda al distrito norte de Gaza», añadió.
«Gaza necesita una vía terrestre y fluvial para entregar la ayuda en lugar de hacerlo de esa manera, que no satisface las necesidades de todos los ciudadanos», apuntó.
Un vía «cara y desordenada»
Empleados inicialmente durante la Segunda Guerra Mundial para abastecer a las tropas aisladas en tierra, los lanzamientos desde el aire han evolucionado hasta convertirse en una herramienta valiosa para entregar ayuda humanitaria. La ONU los utilizó por primera vez en 1973.
Sin embargo, se consideran un «último recurso», que sólo se utiliza «cuando fallan las opciones más eficaces», como afirmó el PMA en un informe de 2021. Sudán del Sur fue el último lugar donde el PMA realizó lanzamientos aéreos.
«Los lanzamientos desde el aire son caros, caóticos y normalmente conducen a que la gente equivocada reciba la ayuda«, dijo a la BBC Jan Egeland, secretario general del Consejo Noruego para los Refugiados y exjefe de ayuda de la ONU, después de regresar de una reciente visita de tres días a Gaza.
Los lanzamientos desde el aire son siete veces más costosos en comparación con la ayuda terrestre debido a los gastos relacionados con los aviones, el combustible y el personal, reveló el PMA.
Además, en cada vuelo sólo se pueden entregar cantidades relativamente pequeñas en comparación con las que puede transportar un convoy de camiones, y se requiere una importante coordinación terrestre dentro de la zona de entrega, agregó el PMA.
El Comité Internacional de la Cruz Roja también destaca la importancia de controlar la distribución para evitar que las personas arriesguen sus vidas al consumir productos inapropiados o inseguros.
«La entrega repentina y sin supervisión de alimentos a personas desnutridas o incluso hambrientas puede suponer graves riesgos para la vida. Estos riesgos deben sopesarse con el hecho de no entregar nada por aire o el retraso que puede provocar una distribución terrestre», advirtió la organización en un informe publicado en 2016 cuando la ayuda humanitaria se lanzaba desde el aire en Siria durante la guerra civil del país.
Los lanzamientos aéreos se pueden realizar desde diferentes altitudes, que van desde unos 300 a 5.600 metros en zonas de conflicto, por lo que garantizar un embalaje resistente es crucial para asegurarse que los paquetes puedan soportar el impacto con el suelo, añade el PMA.
Según la agencia, lo ideal sería que las zonas de lanzamiento fueran áreas grandes y abiertas no más pequeñas que un campo de fútbol, razón por la cual las entregas a menudo se han dirigido a la costa de Gaza.
Sin embargo, esto a veces ha provocado que la ayuda caiga al mar o sea arrastrada por el viento hacia Israel, según los testigos.
«EE.UU. debería presionar a Israel»
Samir Abo Sabha, residente de Gaza, dijo a la radio Gaza Lifeline de la BBC que creía que EE.UU. debería hacer más y presionar a su aliado Israel para que declare un alto el fuego.
«Como ciudadano de Gaza digo que estas cosas no sirven de nada«, afirmó.
«Lo que queremos es que EE.UU. presione a Israel para que firme un alto el fuego y deje de darle armas y misiles a Israel», agregó.
Algunos trabajadores humanitarios se han hecho eco de este sentimiento.
“En lugar de lanzamientos aéreos indiscriminados en Gaza, EE.UU. debería cortar el flujo de armas a Israel que se utilizan en ataques indiscriminados, presionar por un alto el fuego inmediato y por la liberación de rehenes e insistir en que Israel cumpla con su deber de proporcionar ayuda humanitaria, acceso y otros servicios básicos», escribió la semana pasada, Scott Paul de Oxfam América en X (antiguo Twitter).
Por su parte, Melanie Ward, de Ayuda Médica para los Palestinos, dijo que EE.UU., Reino Unido y otros países deberían «garantizar que Israel abra inmediatamente todos los cruces hacia Gaza para permitir el ingreso de la ayuda y de los trabajadores humanitarios”.
Pero a medida que la crisis se profundiza, otros argumentaron que los alimentos deben entregarse por cualquier medio necesario.
«Necesitamos traer alimentos a Gaza de cualquier manera que podamos. Deberíamos traerlos por mar«, dijo a la televisora estadounidense ABC José Andrés, el chef español y fundador de la organización caritativa World Central Kitchen, quien ha estado enviando alimentos a Gaza.
«No creo que debamos criticar que Jordania y EE.UU. estén realizando lanzamientos aéreos. En todo caso, deberíamos aplaudir cualquier iniciativa que lleve alimentos a Gaza«, afirmó.
El presidente Joe Biden ha prometido que «redoblará los esfuerzos para abrir un corredor marítimo y ampliar las entregas por tierra», pero esas ofertas aún no se han traducido en realidad sobre el terreno.
El portavoz de las fuerzas israelíes, el contraalmirante Daniel Hagari, dijo el domingo que estaban facilitando convoyes de ayuda y lanzamientos desde el aire al norte de Gaza «porque queremos que la ayuda humanitaria llegue a los civiles de Gaza que la necesitan«.
«Continuaremos ampliando nuestros esfuerzos humanitarios hacia la población civil de Gaza mientras cumplimos nuestros objetivos de liberar a nuestros rehenes de Hamás y liberar a Gaza de Hamás», añadió.
Editado por Alexandra Fouché.