Luego de la ultima alza en la tasa de interés de política monetaria dispuesta por la Junta Monetaria en agosto del 2018 cuando la misma alcanzó un 5.5 %, dicha tasa ha experimentado un alza de 0.5 %. Desde entonces, dicha tasa había venido en descenso hasta alcanzar el 3 % en agosto del 2020.
Visto este cambio en la tasa de referencia, ¿muchos se han preguntado por que el cambio, y con que propósito?
En primer lugar, es preciso establecer que la tasa de interés a que nos referimos es la que el Banco central aplica a los diferentes intermediarios financieros autorizados cuando estos recurren a dicha institución en procura de liquidez provisional mediante el uso de los diferentes instrumentos disponibles.
Por lo general dichos aumentos de tasas permean en el mercado bancario, produciendo a su vez subsecuentes aumentos en las tasas de interés para el público en general.
En otro tenor, recordemos que por ley la tarea primaria del Banco Central es velar por la estabilidad de precios contrarrestando toda amenaza de inflación que perturbe, cuidando siempre la estabilidad de la tasa de cambio de nuestra moneda.
En un escenario como el actual, con un crecimiento esperado de la economía entre el 10 y 12 %, la Junta Monetaria ha considerado indispensable ir introduciendo medidas que contengan este crecimiento para que no exceda las posibilidades reales y por ello se provoque una inflación mayor de la que esta importando el país vía los precios mas altos de los carburantes y materias primas.
Esta acción inicial, a la cual le pudieran seguir nuevas alzas si no logran su propósito, está acompañada con la recién introducida modificación del presupuesto de la nación que procura una reducción en los montos por gastar en lo que resta de año. Todas las indicaciones señalan si que queremos preservar el actual ámbito de estabilidad macroeconómico, es necesario “enfriar” un poco la actual expansión de nuestra economía.