Un primo dominicano que reside en Puerto Rico me cuestiona sobre el impasse en el voleibol que dejó fuera de la Copa del Mundo a las boricuas, ya que es un tema que sigue vigente por allá.
Le dije que los puertorriqueños tenían razón en hacer uso al “derecho al pataleo” (término no peyorativo) y que los dominicanos acogieron el derecho a proteger su integridad. Es un eterno tema de debate en cualquier deporte, “aquí y acullá”.
El juego final (RD-Cuba) encontró a República Dominicana y Puerto Rico con nueve puntos y a Cuba con cinco y tras ganar el primer set los dominicanos aseguraron ubicarse en 10 puntos, fuera del alcance de boricuas y cubanos, situación que aprovechó el dirigente Marcos Kwiek para proteger algunas jugadoras titulares que estaban resentidas y deben llegar “nítidas” a la Copa Panamericana que inicia mañana y a los Juegos Panamericanos que arrancan en menos de un mes.
¿Dónde perdió Puerto Rico la plaza? Cuando perdió 0-3 ante República Dominicana y cuando no pudo vencer 3-0 a Cuba (3-1). Además perdió ante Cuba por “ratio” (1.066-1.059) que es el coeficiente logrado de puntos a favor entre puntos en contra.
Insisto, estoy de acuerdo con el reclamo a la ética que hacen los boricuas, a través del “derecho a pataleo”.