El impacto político de Bad Bunny en Medio Oriente: su música resuena en Gaza y Líbano
Marie-Jose Azzi, una periodista del Servicio Árabe de la BBC radicada en Líbano, dice que nunca antes vio música de origen extranjero, con ritmos de otro país y letras dedicadas a otra realidad política, resonar tanto en su país y en Gaza.
Bad Bunny, con un disco inspirado por completo en Puerto Rico, lo logró.
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La canción «DtMF» («Debí tirar más fotos»), del más reciente álbum del artista que lleva el mismo nombre y estrenó a principios de enero, está siendo usada por personas en Gaza y Líbano para acompañar videos de redes sociales que muestran escenas icónicas de sus lugares de origen antes de que comenzara el más reciente conflicto con Israel.
Los usuarios que publican estos videos los acompañan con mensajes como «Oh, cuánto te extraño» o «Estamos listos para reconstruir«.
«DtMF», una plena, género nacido en el sur de Puerto Rico, contiene letras que hacen referencia al hecho de que el artista no le tomó suficientes fotos a un amor, que bien podría ser la propia isla en donde nació.
«Debí tirar más foto’ de cuando te tuve. Debí darte más beso’ y abrazo’ las veces que pude. Ojalá que los mío’ nunca se muden«, dice una de las estrofas de DtMF.
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Pero Azzi no solo ha visto videos con esta canción, sino también con temas como «Lo que le pasó a Hawái», en el que Bad Bunny se posiciona a favor de la independencia de Puerto Rico, territorio estadounidense desde 1898, cuando le fue cedido a esta potencia tras la guerra hispano-estadounidense.
Y en Líbano, la música del Conejo Malo también se escucha en restaurantes y clubs, cuenta Azzi.
«Ayer escuché la canción ‘Baile Inolvidable’ en un pizzería. Los mensajes políticos del disco y ‘DtMF’ son muy poderosos. Personas de Medio Oriente se han identificado con Puerto Rico«, sostiene.
«Me impactó porque, por lo general, aquí la gente no habla español. En el caso de ‘DtMF’, alguien hizo una traducción en TikTok y se hizo conocida«, añade en entrevista con BBC Mundo.
El más reciente enfrentamiento en los territorios palestinos inició el 7 de octubre de 2023, tras una incursión de Hamás en el sur de Israel que dejó unos 1.200 muertos y la captura de 251 rehenes.
La posterior respuesta del ejército israelí causó más de 46.000 fallecidos y dejó una estela de destrucción en el territorio gazatí.
Pasó igual en el sur de Líbano, en donde hubo enfrentamientos entre Hezbolá, un grupo aliado a Hamás, y las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
El pasado 15 de enero, Israel y Hamás llegaron a un acuerdo de cese al fuego y miles de personas intentaron regresar a sus hogares para encontrarse, en muchos casos, con montañas de escombros.
Después de que comenzara el retorno, empezaron a aparecer los videos con la canción de Benito Martínez Ocasio, nombre real del artista.
«Debí tirar más fotos» está lleno de símbolos puertorriqueños.
En el álbum, que entra en su segunda semana en la cima de los 200 de Billboard y encabeza los más escuchados de Spotify y Apple Music, Bad Bunny denuncia el colonialismo, la crisis económica y el desplazamiento en Puerto Rico.
Para Azzi, aunque el territorio caribeño no es una zona de conflicto y la situación en las dos zonas no es equiparable, su difícil realidad socioeconómica lo conecta con Gaza y Líbano.
¿Por qué es tan popular el álbum de Bad Bunny?
Medio Oriente no es ajeno al reguetón. Temas como «Gasolina» (2004), del también puertorriqueño Daddy Yankee, aún suenan en discotecas de Beirut, la capital libanesa.
También son importantes intérpretes como Don Omar, otro boricua, y la colombiana Shakira, quien tiene ascendencia libanesa y es una estrella del pop que experimenta con música urbana.
Canciones de estos artistas, que, como comenta Azzi, «levantan el ánimo», conectan con facilidad en los países árabes desde principios de los 2000.
«Debí tirar más fotos«, continúa la periodista, tiene igualmente ritmos bailables, no solo gracias a los panderos distintivos de la plena, también por temas que incluyen salsa, bomba, bachata y reguetón de los años 90.
Así que no es raro que un público con el oído acostumbrado a la música latina se sienta identificado con la nueva propuesta del Conejo Malo.
«Amamos la música que nos hace bailar. Tenemos el mismo clima, veranos y playas», afirma.
El álbum en general tiene letras que están escritas «para Puerto Rico». Y su marketing está acompañado de símbolos como el sapo concho, un animal endémico de la isla, así como la versión independentista de la bandera puertorriqueña.
Bad Bunny, a cuyo equipo contactó BBC Mundo sin recibir una respuesta antes de la publicación de este artículo, también incluyó extractos de la historia de Puerto Rico en los videos con letras para YouTube de las 17 canciones del álbum.
Pero su temática no es sólo local y está resonando en otros países.
«Es la primera vez que veo que un disco político de un artista extranjero, con canciones patrióticas, tiene tanta aceptación», menciona Azzi.
En el caso de los palestinos, cree que se identifican con parte de lo que denuncia el cantante, como la invasión de EE.UU. en Puerto Rico a finales del siglo XIX, aunque la realidad entre la isla y Gaza no pueda ser comparable.
«Las personas aman las canciones por la realidad política de Puerto Rico y Gaza. Los palestinos dicen que están bajo ocupación, y que su tierra fue robada. Quizás ven una similitud con lo que pasó en Puerto Rico luego de la llegada de EE.UU.», opina.
Los problemas económicos y de infraestructructura son factores que también conectan a Líbano y Gaza con la isla caribeña.
En Líbano, dice Azzi, viven constantes cortes de luz, un problema que desde hace décadas afecta a Puerto Rico, que tiene uno de los sistemas de energía con menos rendimiento de EE.UU., algo que también ha denunciado Bad Bunny.
Azzi agrega que en Líbano hay un símbolo de la producción que resonó de forma inesperada: las sillas de plástico que aparecen en la portada del disco, comunes en las reuniones familiares de los barrios populares de Puerto Rico.
«Un amigo me escribió y me preguntó si había visto la portada del álbum. Estaba sorprendido porque en Líbano usamos el mismo tipo de sillas y tenemos los mismos árboles de banano», cuenta.
Con su música, Bad Bunny ayudó a que personas en Medio Oriente vieran al Caribe como una región no tan distante, pese a los kilómetros que los separan y la diferencia idiomática, comenta Azzi.
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