¿El idioma en peligro?

¿El idioma en peligro?

¿El idioma en peligro?

Jesús Díaz

Hace un buen tiempo que venimos observando como en el país, nuestra lengua oficial, el español, no solo se viene degradando en su uso y pronunciación, sino que ya parecería que muchos de los establecimientos comerciales nacionales e internacionales dan como un hecho usar nombres comerciales en inglés.

Tanto en la capital de la república, Santiago de los caballeros, la provincia Santo Domingo o en cualquiera de nuestras provincias y municipios encontramos plazas, centro comerciales, negocios de comida rápida, y hasta en nuestras carreteras y autopistas grandes vallas con anuncios del habla inglesa.

Y aunque para el año 2017 el ranking mundial de dominio del idioma inglés (EF EPI 2017), colocó a la República Dominicana en el puesto 26 de un total de 80, y segundo en Latinoamérica, sólo detrás de Argentina. De acuerdo con el sitio oficial, el país pasó de ser de tener un dominio “muy bajo” del idioma en 2011, a una de nivel medio en 2017.

Pero nuestra preocupación va más allá del nivel; nos referimos al uso de éste, por estar en franca violación del artículo 29 de la constitución de la república que declara que el idioma oficial nuestro es el español publicado el 18 de julio de 1912, por el Presidente Eladio Victoria que promulgó la ley que establece el idioma español como lengua nativa de la República Dominicana.

Cuando un lenguaje muere se lleva una cultura consigo, sobre todo la nuestra, marcada por nuestros regionalismos e idiosincrasia peculiar.

Preservar la diversidad de idiomas es posible sin entrar en desmedro del propio. Los idiomas suelen alcanzar el punto de crisis después de ser desplazados por otro (social, política y económicamente dominante) como dicen los lingüistas.

El modelo neoliberal no sólo enajena nuestras culturas, sino que impone su propio lenguaje político, económico y cultural, para que aparente que lo asumimos de manera natural.
La academia de la legua y nuestros legisladores deberán poner énfasis en nuestro idioma para que prevalezca, se fortalezca y sea bien utilizado.