La nación ha declarado una meta ambiciosa y profundamente humana: eliminar el hambre para el año 2028. Esta aspiración no solo es noble, sino también esencial para construir una sociedad más justa y equitativa.
Sin embargo, para que esta lucha sea efectiva y sostenible, es fundamental enfocarse en un aspecto clave: la creación de capacidades individuales.
No basta con paliar la pobreza; debemos asegurarnos de que cada persona pueda desarrollar plenamente su potencial y gestionar, por sí misma, los recursos necesarios para transformar sus condiciones de vida.
En este contexto, la educación tecnológica se presenta como una herramienta poderosa y transformadora.
Al brindar acceso a conocimientos y habilidades en tecnología, no sólo capacitamos a las personas para obtener empleos dignos, sino que también fortalecemos nuestra economía digital y aumentamos las posibilidades de inclusión social.
Implementar programas educativos que ofrezcan becas y pasantías en empresas de base tecnológica es una estrategia que puede cambiar vidas.
Estas iniciativas permiten a los beneficiarios adquirir competencias digitales y computacionales esenciales para integrarse en el mercado laboral, especialmente en sectores como las tecnologías de la información y la comunicación.
Resulta imprescindible generar condiciones que incentiven la adopción tecnológica. Esto incluye garantizar acceso universal a internet, proporcionar equipamiento adecuado y establecer fondos para financiar emprendimientos digitales.
Al fortalecer el ecosistema tecnológico local, no sólo potenciamos el talento dominicano, sino que también creamos oportunidades reales para que las capacidades adquiridas se traduzcan en una mejora sustancial de las condiciones de vida.
Estamos en el corazón de la era digital, marcada por innovaciones como la inteligencia artificial, la computación en la nube y las plataformas de aprendizaje automático.
Estas herramientas no son sólo conceptos abstractos o futuristas; son realidades al alcance que debemos aprovechar para combatir la exclusión social y abrir nuevos caminos hacia el desarrollo.
La tecnología tiene el poder de transformar vidas, pero solo si la utilizamos de manera estratégica y accesible. Construyamos juntos un futuro donde cada dominicano no solo se conecte a internet, sino también a un mundo de oportunidades.