De los resultados de las elecciones presidenciales en España dependen muchas cosas para la UE, que ahora pasa por una crisis integral, por un lado Reino Unido, que decide abandonar la unión; Grecia, con una crisis económica que no sale de ella, y España con 6 meses ingobernable, tras las elecciones del pasado día 20 de diciembre de 2015, donde ninguno de los partidos políticos obtuvo la mayoría suficiente para formar el gobierno central.
Ahora con la decisión del Reino Unido y con la realización del “Brexit” como referéndum pone a Europa entre la duda y el escepticismo que teme que la salida de este país de dicho acuerdo ponga a la expectativa a otros de los países miembros para también querer abandonar la unión, lo que amenazaría con la desintegración y rotura del Acuerdo Schengen y la globalización.
Alemania ha sido el primer país de la unión en levantar una voz de alerta, y ha dicho que si los británicos se van, pues que se vayan rápido, porque así sería menos doloroso para los demás países que lo integran, y que además de convertirse en un hecho; este no tendrá un trato privilegiado, para así no despertar el interés de ninguna otra nación, ni en lo económico ni en ningún otro tipo de negociación o relación.
Pero Reino Unido consiguió el si por mayoría, aunque no en gran dimensión y ahora tendrá que luchar contra un fenómeno poderoso, y se trata del referéndum de los escoceses que prefieren permanecer en la Unión Europea y de hecho podrían volver a pedir su independencia de Gran Bretaña, y esto no se lo podrían permitir, ya que sería el principio del final del Reino Unido. Mientras tanto, millones de británicos quieren permanecer en la Unión Europea, y están pidiendo a viva voz repetir el referéndum, pero David Cameron, prefiere que esa responsabilidad sea tomada por su sucesora.
En los últimos tiempos se han producido muchos fenómenos en Europa, que ponen la política interna muy interesante, pues el primer ministro británico que optó por el referéndum (al parecer involuntario) David Cameron, ahora dimite de su puesto porque él no quiere ser la persona que conduzca a su país a un desastre político e institucional.
Ahora se perfila como virtual capitán del barco Boris Johnson, antiguo alcalde de Londres y posible próximo Primer Ministro de la nación, hombre considerado radical, de la misma estirpe o encasilladlo en la categoría de Donald Trump, lo que sería un trago muy amargo para todo el país, que ahora después del “Brexit” no sabe cómo salir del asunto.
España, por su parte, que otra vez votó para elegir un nuevo presidente, jefe del gobierno, los ciudadanos luego de haber votado en las elecciones del 20 de diciembre pasado, en esta ocasión no han sentido gran interés por la misma, ya que ningunos de los partidos ha despertado interés suficiente para resolver la crisis política escenificada desde entonces, la que no deja de ser también una crisis económica al convertirse en un país ingobernado por unos seis meses de duración.
En la actualidad el Partido Popular (PP), indiscutiblemente, es el mayoritario, pero tras los escándalos de diversos funcionarios, en las elecciones del 20 de diciembre no logró formar el gobierno, pero los demás partidos no tuvieron la capacidad ni la voluntad suficiente de unificarse para formar el gabinete administrativo, entre los que se encuentran el PSOE, Podemos y Ciudadanos, razón por la cual hubo de llamarse a nuevas elecciones y así evitar que España continúe en un limbo político de la ingobernabilidad.