El Gobierno en busca de un profeta

El Gobierno en busca de un profeta

El Gobierno en busca de un profeta

German Marte

A juzgar por la multitud que acudió al estadio Olímpico a ver el show de “sanación” del predicador TB Joshua el viernes y el sábado pasados, el escritor Mark Twain tenía razón cuando dijo: “Es más fácil engañar a la gente que convencerla de que ha sido engañada”.

Sin contar los policías, parqueadores, carteristas y los honorables senadores que formaron parte del espectáculo, miles de personas (114 mil según los organizadores) acudieron a ver al “profeta” Temitope Balogun Joshua, cuyo nombre artístico es TB Joshua.

Muchos fueron en busca de una cura a sus males, otros por fe o simplemente para disfrutar del show “gratis”.

La presentación del multimillonario “hombre de Dios” fue todo un éxito. Aunque la mayoría de los asistentes era gente con escasez de recursos (en el bolsillo y el cerebro), las ofrendas fueron tantas que las recogieron en cubetas, que a su vez eran vaciadas en recipientes más grandes.

Un triunfo para un predicador moderno cuya fortuna y su camisa de diseño estampado lo acercan más a la figura de “el Chapo” Guzmán que al humilde hijo de un carpintero.

Pero bueno, así son estos tiempos. Quién sabe si el verdadero Jesús viviera hoy tendría su cuenta de Facebook y, por supuesto, su Twitter (más ahora que los versículos pueden tener hasta 280 caracteres).

Sin embargo, se debe destacar que el éxito de TB Joshua en Santo Domingo estaba asegurado de antemano, gracias, entre otros factores, a una campaña publicitaria multimillonaria que creó una gran expectativa, a lo que se sumó un recibimiento oficial propio de un dignatario.

Fue escoltado por un general desde que el avión aterrizó en el aeropuerto.

Un cortejo militar le rindió honores militares como si fuera un Presidente. Horas después de su llegada al país fue recibido por el Presidente Danilo Medina en el mismísimo Palacio Nacional.

Y el director de la OMSA, como cristiano obediente (de Joshua y de Danilo), puso sus autobuses a disposición para transportar a todo el que quisiera ir a ver a Joshua.

Creo pues que vale la pena preguntarse quién es TB Joshua: ¿un farsante o un profeta? ¿Cuánto vale el show? ¿Quién lo trajo al país? ¿Por qué y para qué? ¿Cómo se explica ese apoyo oficial descomunal a una figura tan controversial?

En mi opinión, Danilo Medina anda desesperadamente detrás de un “profeta” capaz de persuadirnos a todos de que la reelección es conveniente. Sí, es lo único que le faltaba luego de haber sido ungido políticamente por el presidente de la JCE, que ahora en lo espiritual lo exaltara el “profeta” TB Joshua.

Pero aparentemente sus estrategas se dieron cuenta que no era conveniente que el Presidente fuera ungido por un farsante cuyas “profecías” se estrellan una y otra vez contra el muro de la realidad, donde, estrepitosamente, se hacen añicos. No así las jugosas ofrendas que el rebaño de incautos le lleva dócilmente a los lugares donde se presenta.



German Marte

Editor www.eldia.com.do

Noticias Relacionadas