Sao Paulo.- El Gobierno brasileño autorizó hoy el envío de tropas federales y nuevos equipamientos para las cárceles de los estados de Amazonas, Rondonia y Mato Grosso a fin de evitar nuevas reyertas como las producidas en los últimos días que han dejado cerca de un centenar de presos muertos.
La ayuda fue solicitada por las propias entidades federativas al Ministerio de Justicia, que anunció en un comunicado mandar un refuerzo de seguridad ante el riesgo de que se repitan los sangrientos sucesos de los últimos días.
El estado de Amazonas, donde se han producido el mayor número de víctimas mortales a raíz de varias reyertas y motines en distintos centros penitenciarios de la capital regional Manaos, pidió “la ayuda de la Fuerza Integrada de Actuación en el Sistema Penitenciario».
Por su parte, el estado de Rondonia demandó “más inversión para equipar y mantener los presidios”, mientras que en una conversación con el ministro de Justicia, Alexandre de Moraes, el gobernador de Mato Grosso, Pedro Taques, solicitó el envío de nuevos materiales para garantizar el control de sus cárceles.
En cuanto a Roraima, donde en una de sus cárceles se encontraron el viernes los cuerpos de 31 internos asesinados más otros dos enterrados, el Gobierno regional “aún no tuvo contacto con el ministro” De Moraes, “quien aguarda la solicitud” de ayuda, aseguró la cartera en la nota.
Sin embargo, según el Gobierno de Roraima, ellos ya solicitaron con “urgencia” ayuda federal tras el episodio sangriento que tuvo lugar en octubre pasado y provocó la muerte de 10 presos, pero esta le fue denegada por el Ministerio de Justicia.
Brasil atraviesa una nueva crisis en su sistema penitenciario con la muerte de cerca de un centenar de presos en varias cárceles del país desde que comenzó el año.
El episodio más sangriento se produjo en una cárcel de Manaos, donde una reyerta entre dos facciones rivales dejó 56 fallecidos.