Johnny Guerrero
Por: Jhonny Guerrero
Durante más de un año el Estado de Israel ha estado bombardeando a Palestina.
No hay precedente histórico del uso como táctica de guerra de bombardeos aéreos y terrestres, sistemáticos e indiscriminados, en contra de la población civil desarmada de un país.
Esos bombardeos dirigidos contra edificios de vivienda, hospitales, escuelas, centros de refugiados, etc., han tenido como secuela el asesinato en masa de decenas de miles de niños, jóvenes, mujeres y ancianos.
Otra táctica de guerra usada por los sionistas de Israel es obligar a miles de palestinos abandonar las ciudades arrasadas, bajo la falsa promesa de que no continuarán siendo bombardeados; y luego que la muchedumbre está en las afueras de las ciudades, en lugares abiertos, los sionistas envían la aviación a bombardear a los desplazados forzosamente, y exterminan niños, mujeres, jóvenes y ancianos brutal e inmisericordemente.
Lo que está ocurriendo en Palestina no tiene punto de comparación en los anales de los conflictos armados de nuestra época y de los siglos pasados. Eso no es una guerra, es un genocidio bochornoso a la vista de toda la humanidad.
Los bombardeos aéreos y terrestres contra Palestina constituyen actos de barbarie, exterminio y limpieza étnica. Crímenes de guerra, peores que los que se cometieron en los campos de concentración de la Alemania nazi, pues esos campos estaban dirigidos, sobretodo, en contra de los judíos y los comunistas, mientras que los bombardeos aéreos y terrestres en Palestina están dirigidos contra toda la población, para aterrorizarla y exterminarla en su conjunto.
El marcado propósito del genocidio terrorista en Palestina es, crear un infierno invivible, para que la población Palestina abandone sus hogares y ciudades arrasadas, y se conviertan en migrantes por todo el mundo.
El segundo objetivo del Estado israelí es reconstruir las ciudades palestinas devastadas, para ser ocupadas por colonos sionistas importados de otros países.
Lo que está ocurriendo en Palestina es el peor acto de piratería terrorista y genocida de la historia moderna.
Son crímenes de guerra, de lesa humanidad, condenados por el Estatuto de Roma de la Corte Penal internacional, por la Cara de la ONU y por la Convención para la prevención y la sanción del delito de Genocidio.
Los crímenes cometidos por Israel en Palestina y el Líbano son de tal magnitud que los sionistas están bombardeado instituciones de la ONU, bajo el amparo de los EEUU, país que usa su poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para impedir cualquier sanción o penalización, basada en lo que establece la Carta de la ONU, contra el Estado sionista.
Israel está cometiendo desde hace más de un año violaciones flagrantes al derecho penal internacional. De hecho, la Corte Penal Internacional emitió una orden de arresto en contra del primer ministro sionista israelí Benjamin Netanyahu, pero se trata de una persona protegida por EEUU, y cualquier persecución legal en su contra no tiene ningún efecto.
Son los EEUU quienes le suministran a Israel las bombas y las armas que son utilizadas para masacrar los niños, los jóvenes, las mujeres y los ancianos, tanto de Palestina, como del Líbano, Siria y otros países del Oriente Medio.
El genocidio palestino esta provocando una escalada del conflicto armado árabe-persa-israelí, que vislumbran consecuencias catastróficas para toda la región del Oriente Medio y probablemente del mundo.
