En mi cuenta de Instagram publiqué la fotografía de un pulpo de arena con la leyenda: “estar fuera de nuestra área de confort puede ser un desafío…pero siempre hay una manera de sobrepasar los obstáculos.”

Los seres vivos, en la mayoría, nos adaptamos a un espacio, unas circunstancias, y a partir de ahí funcionamos. Cuando salimos de esos ambientes donde nos creemos seguros es como si le quitaran el caparazón a la tortuga, nos sentimos y actuamos vulnerables.

Esta bien sentir miedo y vulnerabilidad; son sentimientos que nos ayudan a encontrar otra forma de lograr eso que necesitamos o queremos. Lo ideal fuera prever situaciones y anticipar soluciones para actuar con mayor firmeza. Sin embargo aun cuando surge lo inesperado; si superamos el pánico inicial, saldremos engrandecidos.

Una técnica útil es: pensar en situaciones similares que hayan ocurrido en nuestro entorno anteriormente, y como fue superada. Aun cuando la actual problemática sea distinta, tendremos la energía y la confianza de saber que fuimos exitosos en el pasado. Esa es una garantía para volver a hacerlo.

Cuando confiamos en que tenemos las condiciones necesarias para lograr el objetivo, es mas fácil vencer el miedo y buscar de manera decidida todas las piezas para nuestra ingeniería.

Reinvéntate! Si ya saliste de tu área acomoda aprovecha y piensa con detenimiento en eso que sigues anhelando y lánzate. Busca la ayuda que te hace falta.

Piensa quien o quienes pueden ser tu soporte y no vaciles en pedir ayuda. Prepárate con dedicación; piensa que aprender nuevas cosas activa todo tu organismo.
Confía en lo que les digo a mis pupilos: “si yo puedo, tu puedes.” Yo hago mi parte ¿y tu?