Existe una controversia que afecta el destino de la carrera de Comunicación Social en la República Dominicana. Si te gradúas de licenciado o licenciada en Comunicación Social y logras entrar a los medios en la actualidad, es probable que escuches repetidas veces frases como «para eso se pasó años en la universidad», «¿de qué le sirvió ir a la universidad?”, «tanta preparación para nada», etc. Pero si logras entrar sin la licenciatura, también es posible que escuches frases como «es que él o ella no es profesional”, «se le nota que no tiene preparación», entre otras. El tema no es la carrera; el tema es el público.
Esta generación digital (llamémosle así) cuando se logra obtener su atención les gusta identificarse con la persona que le está comunicando, cuando se logra captarlos les atrae que los temas que se le planteen sean los mismos que ellos viven en su día a día, esto es sin profundizar en el factor cultura y sociedad.
Ese público es quien viraliza todo lo que vemos y que nos indigna muchas veces en las redes (que es el medio de mayor alcance hoy en día, aunque muchos digan lo contrario), ese es el mismo que sin medir palabras comentan lo que piensan en cualquier cuenta. Tenemos todos que de una vez entender que hay mil maneras de entretenerse, que ya no es la radio y la televisión como antes, que aquellos que le aplaudían de pie a esos grandes de la comunicación de nuestro país se hicieron añejos, no están pendientes a YouTube, Twitter, Instagram y demás redes.
Sí que es cierto que muchas de las figuras que vemos en algunos medios y que se han vuelto populares, no tienen preparación académica pero a su público no le importa porque ya el mismo medio no se lo exige (por lo menos los de República Dominicana) así que si eres de los comunicadores graduados y sientes que tu trabajo es invisible es muy probable que al público al que te estás dirigiendo no sea el tuyo.