El frío del invierno, una amenaza para el dolor de espalda

El frío del invierno, una amenaza para el dolor de espalda

El frío del invierno, una amenaza para el dolor de espalda

Un hombre cruza por un paso de peatones en Valladolid en medio de la niebla y el frío. EFE/NACHO GALLEGO

La gélidas temperaturas del frío invierno pueden provocar una contracción de los músculos y ligamentos, lo que aumenta la rigidez en las articulaciones de la columna y, por tanto, dolor de espalda.

“Además, el frío puede aumentar la sensibilidad del sistema nervioso al dolor. En condiciones de frío extremo, la disminución del flujo sanguíneo hacia los músculos y tejidos también contribuye a la aparición de molestias”, explica el doctor Rafael Llombart, vocal de la GEER y especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología en la Clínica Universidad de Navarra.

Por eso, la columna vertebral, como eje central del cuerpo, es especialmente vulnerable en invierno.

La contracción muscular excesiva genera tensión en los discos intervertebrales y en las facetas articulares, aumentando el riesgo de episodios agudos de dolor lumbar o incluso de lumbago.

Los más afectados por los dolores de espalda

Las personas más propensas a sufrir dolor de espalda con el frío del invierno son:

  • Personas mayores: Los procesos degenerativos, como la artrosis, se exacerban con el frío.
  • Trabajadores al aire libre: La exposición prolongada al frío sin la protección adecuada puede aumentar las contracturas musculares.
  • Personas sedentarias: Las personas con bajo nivel de actividad física suelen tener una musculatura de soporte más débil.

Se reduce la actividad física en invierno

El doctor Rafael Llombart pone el foco en la reducción de la actividad física en invierno ya que existe menor motivación para salir al aire libre.

“Este sedentarismo -explica- contribuye a la pérdida de fuerza muscular y flexibilidad, factores clave para mantener una columna sana. Cuando dejamos de movernos, los músculos que soportan la columna se debilitan, y las articulaciones pierden lubricación natural, lo que aumenta la rigidez y el riesgo de sufrir dolor”.

Un bañista en la playa de La Concha de San Sebastián en un temporal de frío y nieve. EFE/Javier Etxezarreta

¿Cómo podemos evitar el dolor de espalda en invierno?

Los especialistas de la Sociedad Española de Columna Vertebral recomiendan las siguientes medidas para proteger nuestra columna y reducir el riesgo de dolor, especialmente en la zona lumbar:

  1. Mantener una rutina de ejercicio: Dedica al menos 30 minutos al día a actividades que fortalezcan la espalda, como caminar, practicar yoga o realizar ejercicios de estiramiento de espalda.
  2. Abrigarse bien: Usa ropa térmica para evitar la contracción muscular por el frío, especialmente si trabajas o realiza actividades deportivas al aire libre
  3. Evitar el sedentarismo: Haz pausas activas si trabajas desde casa o en la oficina para evitar la rigidez muscular.
  4. Calor localizado: Usa mantas térmicas o parches de calor para relajar los músculos de la zona lumbar.
  5. Consultar a un especialista: Si el dolor persiste o es recurrente, es fundamental acudir a un médico o fisioterapeuta para evaluar tu columna.

“El invierno puede ser un reto para nuestra columna, pero con hábitos saludables y medidas preventivas es posible minimizar el impacto del frío en nuestra salud lumbar. Mantenernos activos y proteger nuestro cuerpo del frío son claves para disfrutar de los meses invernales sin dolor”, concluye el especialista.