Washington.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció este lunes una serie de reformas que aumentan los fondos de los que dispone para prestar a los países con menos ingresos en el mundo, y que hacen más sostenible su sistema de financiación, ante el fuerte aumento de la demanda en los últimos cuatro años.
El FMI, que este lunes inició su reunión anual en Washington, acordó aumentar hasta 3.600 millones de dólares al año la cantidad de dinero que prestará a países con bajos ingresos, lo que supone más del doble de la cantidad media que financiaba antes de la pandemia de la covid-19.
DP World Dominicana con nuevos quipos
Para hacerlo posible, los miembros del FMI aprobaron distribuir recursos financieros del organismo durante los próximos cinco años, lo que ayudará a recaudar unos 8.000 millones de dólares en fondos adicionales para apoyar a los países más pobres con tasas de intereses más bajas o mejores condiciones.
El organismo internacional también decidió que aunque los países más pobres seguirán recibiendo préstamos sin ningún interés, los países con bajos ingresos que estén en una mejor situación económica pagarán pequeños intereses sobre los préstamos concedidos.
Las reformas permitirán al FMI “ajustar” su apoyo a las necesidades específicas de cada país, “reconociendo la creciente heterogeneidad” de los países de bajos ingresos, explicó el Fondo en un comunicado.
El petróleo de Texas cierra con una subida del 1,94 %, hasta los 70,56 dólares el barril
El FMI justificó que estas reformas son necesarias porque desde la aparición de la covid-19 su apoyo financiero a los países de bajos ingresos ha “aumentado de forma significante”, prácticamente se ha quintuplicado, lo que ha hecho que la cantidad de dinero que los países de bajos ingresos deben al FMI se haya triplicado desde el inicio de la pandemia.
Al mismo tiempo, los costes de financiamiento, lo que cuesta pedir prestado usando la tasa de interés del FMI, han crecido rápidamente.
Por ello, añadió el FMI, el Fondo para el Crecimiento y la Reducción de la Pobreza (PRGT, por sus siglas en inglés) “encara una grave escasez de financiamiento, con la proyección de que su capacidad de préstamo autosostenible decaiga si no se realizan reformas».