El caso de Joc Pederson otra vez evidencia la dificultad de “palear” en la pelota dominicana respecto a otras ligas. La temporada pasada el jardinero de los Dodgers jugó con el Escogido y sólo la sacó una vez en 83 turnos (contra Wagner Madrigal), con promedio de .265 (83-22), apenas siete impulsadas como tercer bate, 33 ponches (uno cada 2.51 turnos), poniendo la bola en juego sólo en 50 ocasiones.
Sus principales destellos los exhibió en su gran defensa del prado central.
Pederson venía de una campaña de 33 jonrones en 445 turnos (uno cada 13.4) en triple A (2014) y 22 en AA (2013), lo que quiere decir que traía estampa de bombardero y sin quizás fue la principal contratación del año pasado en el papel.
Hasta anoche Pederson tenía 17 jonrones (cinco en partidos seguidos), cifra que cualquier novato quisiera registrar para la campaña completa, arrojando una proyección de 52 jonrones (las proyecciones eso son).
Le han dado 64 ponches (joven y toletero), pero también ha recibido 35 boletos de ahí su buen porcentaje de embasarse (.391), con promedio de .267 (180-48). Sus 34 anotadas y 32 empujadas (como abridor) lo ubican como potencial Novato del Año con votos para MVP.