En esta foto de archivo del 30 de abril de 1943, Mae Zelisnky dispara mientras Betty O'Beda alimenta un rifle calibre 30 durante una prueba de munición en Remington Arms Company. El arma fue disparada por un rango cerrado en un pozo de arena. El fabricante de armas estadounidense Remington Outdoor Company solicitó la protección por bancarrota, luego de años de caídas en las ventas y demandas relacionadas con la masacre de Sandy Hook Elementary School. Los registros del tribunal de quiebras del distrito de Delaware muestran que la compañía presentó el registro a última hora del domingo 25 de marzo (AP Photo, File)
Washington.- Remington, el fabricante de armas más antiguo de EE.UU., fundado en 1816, solicitó protección federal por bancarrota, según documentos presentados en un tribunal del estado de Delaware a última hora de domingo y de los que medios locales se hicieron eco hoy.
La medida adoptada por Remington Arms Co. y su empresa matriz, Remington Outdoors, se produce en medio de la caída de las ventas en los últimos doce meses que ha sufrido la bicentenaria compañía, que ha fabricado numerosos tipos de pistolas, rifles, fusiles y escopetas desde su fundación.
La empresa es ahora propiedad mayoritaria de Cerberus Capital Management, un grupo de capital privado que pretende vender los activos del fabricante de armas una vez se complete el proceso de quiebra, informó el diario USA Today.
Remington continuará operando bajo la protección del capítulo 11 del código de bancarrota de Estados Unidos, una acción que permite a las compañías con problemas financieros crear un plan de reestructuración para mantenerse a flote y pagar a sus acreedores.
El director financiero de Remington, Stephen Jackson, aseguró en la última presentación de resultados que la compañía sufrió una disminución “significativa” en los ingresos y ventas en los últimos doce meses, apuntó el medio ya citado.
Este movimiento llega poco después de que un millón de personas, mayoritariamente estudiantes, salieran este sábado a las calles de 800 ciudades de EE.UU. para reclamar un mayor control de acceso a las armas que ayude a reducir la violencia armada en general y en los centros educativos del país.
El último tiroteo masivo en EE.UU. ocurrió el pasado 14 de febrero en una escuela de Parkland (Florida), cuando un joven de 19 años, Nikolas Cruz, protagonizó un ataque en su antigua escuela con un fusil de asalto AR-15, y mató a 14 alumnos y tres profesores.