El “fo” o la falta de interés que demuestran los equipos de Grandes Ligas por el dominicano Hanley Ramírez es inexplicable.

Tengo años conociendo a Hanley y nunca he escuchado que sea una mala persona, mal compañero o algo por el estilo.

Todo lo contrario, es considerado por sus compañeros como “un muchacho grande”, por lo juguetón que es y se destaca por su entrega al trabajo, dado que nunca deja de entrenar fuerte.

Es muy extraño que luego de un mes y medio de que fue dejado libre por los Medias Rojas de Boston ningún equipo se haya interesado en adquirirlo.

Mucho más porque el equipo que lo adquiera pagará menos del salario mínimo, prorrateando por los meses que quedan, debido a que la mayoría de su salario que es de US$22 millones para esta temporada lo tiene que pagar Boston, siendo evidente que por dinero no es.

En un momento se especuló que fue liberado por Boston para evitar que consiguiera más de 400 turnos al bate, porque activaría una opción de 22 millones para 2019. Algo entendible porque es negocio.

No creo que alguien piense que la carrera de Hanley terminó a los 34 años, aunque es justo reconocer que se ha visto muy afectada por lesiones en los últimos años.

Cuando Hanley tiene salud es de los mejores bateadores del negocio y así lo demuestran sus estadísticas durante 14 años, con promedio de .290, 374 dobles, 269 jonrones y 909 impulsadas, con porcentaje de embasarse de .361 y slugging de .487. Además, un título de bateo (.342 con Florida en 2009) y tres participaciones en el Juego de las Estrellas.

Luego de ser liberado por Boston, varios equipos reportaron interés en sus servicios, pero extrañamente se desvanecieron.