Este proceso cambia la vida de quien la elija, pero este paciente debe comprometerse realmente para que sea exitoso.
SANTO DOMINGO.-La obesidad es una “pandemia no infecciosa” que se ha duplicado en los últimos años afectando la calidad de vida de los individuos.
Gracias a los avances de la ciencia la cirugía bariátrica es una opción en la toma de decisiones de estos pacientes, pues las ventajas son múltiples y van de la mano de la pérdida de peso y de la mejoría drástica del estado de salud del paciente.
Partiendo de esta premisa, la cirujana bariátrica Niurka Lozano destaca que se ha demostrado que condiciones como la hipertensión y la diabetes pueden revertirse con la cirugía bariátrica y existen cambios en la calidad de vida del paciente que incluyen: mejoría de la movilidad, aumento de la autoestima, mejor interacción social u desempeño sexual.
Refiere que el éxito de este procedimiento radica en aprender a alimentarse, afirmando que el paciente que se opera para comer menos está condenado a que tarde o temprano vuelva a ganar peso.
Equilibrar las porciones
“La meta de la cirugía se trata de que el paciente aprenda a valorar lo que come, y en las porciones que lo hace. A la parte de ejercicio y una buena hidratación”, dijo.
Lozano explica que como todo proceso, tiene sus desventajas, y básicamente radica en la restricción de las cantidades de alimento que se ingiere.
Agrega: “La cirugía bariátrica es un procedimiento permanente, por lo que debe pensarse de manera cuidadosa antes de tomar la decisión final.
El cambio inicia contigo
Este paciente debe creer que requiere un profundo cambio y comprometerse para que el proceso sea realmente exitoso”.
La galena expresa que básicamente se determina un paciente obeso con un índice de masa corporal a partir de 30, esto equivale a aproximadamente 50-60 libras por encima de su peso ideal.
Sin embargo, el tipo de obesidad define en gran medida la opción del tratamiento para el que el paciente califique, y eso debe determinarse en la consulta mediante una evaluación minuciosa.
Sin embargo, esto depende de si presenta o no enfermedades asociadas, como diabetes e hipertensión. Aclara que la edad cada vez es menos relevante, debido a la información que existe sobre la cirugía, y cada vez más se documentan procesos en pacientes menores de edad.
Concluye: “El paciente ve cambios de manera inmediata y progresiva. Todos mis pacientes inician una dieta prequirurgica, lo que mejora su capacidad de adhesión a la cirugía”.
Manejo
—1— Evaluaciones
El paciente debe realizarse una consulta psicológica previa a la cirugía, y posteriores evaluaciones por un equipo multidisciplinario de acuerdo a cada caso en particular.
—2— Para toda la vida
Es un procedimiento permanente, por lo que debe pensarse de manera cuidadosa antes de tomar la decisión.
