Familiares y amigos entierran a algunas de las víctimas de los atentados en Colombo, Sri Lanka, este martes. El número de muertos en la serie de atentados en el Domingo de Resurrección en Sri Lanka contra iglesias y hoteles de lujo se elevó 310, mientras los heridos se mantienen en más de 500, según el último recuento facilitado este martes por las autoridades locales en una jornada de luto nacional. EFE/ M.a. Pushpa Kumara
El Cairo.- El grupo yihadista Estado Islámico (EI) asumió hoy la autoría de los ataques contra iglesias y hoteles de lujo en el Domingo de Resurrección en Sri Lanka, que causaron la muerte de más de 320 personas y heridas a más de 500, según el último recuento de las autoridades del país.
Un comunicado del EI difundido a través de la red de mensajería Telegram, cuya autenticidad no pudo ser verificada, aseguró que siete terroristas cometieron los atentados.
La nota, con el encabezamiento del Estado Islámico y no de una de sus filiales regionales, detalló que sus hombres atacaron varias iglesias y hoteles donde se encontraban seguidores de la “coalición cruzada”, y en sus ataques emplearon cinturones y chalecos explosivos, así como bombas, y se enfrentaron a la Policía.
El recuento de víctimas según el EI es de “cerca de 350 cristianos muertos y 650 heridos”, entre ellos ciudadanos de los países de la coalición internacional, liderada por Estados Unidos e integrada por 75 naciones, que actúa en Siria y en Irak contra los yihadistas.
La agencia de información Amaq, afiliada a los extremistas, había adelantado la autoría del EI afirmando que “los ejecutores del ataque que tuvo como objetivo los ciudadanos de los países de la coalición y cristianos antes de ayer son combatientes del Estado Islámico».
Posteriormente la agencia difundió un vídeo con el momento en que los supuestos siete terroristas juraban lealtad al EI y a su líder, Abu Bakr al Bagdadi.
En el vídeo aparecen ocho personas delante de una gran bandera negra que el grupo terrorista asume como estandarte, y siete de ellos tienen la cara tapada y la cabeza envuelta en un pañuelo parecido a una kufiya.
El único hombre al que se le ve el rostro y que no está identificado, se sitúa en el centro y realiza el juramento en árabe, que todos los demás van repitiendo.
El Gobierno de Sri Lanka vinculó los ataques con el poco conocido grupo terrorista local de tintes islamistas National Thowheeth Jamath (NTJ), aunque advirtió sobre posibles vínculos internacionales.
En Sri Lanka la población cristiana representa el 7,4 %, mientras que los budistas son el 70,2%, los hinduistas el 12,6 % y los musulmanes el 9,7 %, según datos del censo de 2011.
Atentados de esta magnitud no habían tenido lugar en Sri Lanka desde la guerra civil entre la guerrilla tamil y el Gobierno, un conflicto que duró 26 años y finalizó en 2009, y que causó, según datos de la ONU, más de 40.000 civiles muertos.