Al menos dos autos fueron detonados en Tula mientras el penal era atacado para liberar a los presos.
Entre autos bomba y disparos, como si de una película se tratase, nueve personas lograron escapar este miércoles de un penal de México en el que estaban detenidos.
Los hechos ocurrieron de madrugada, cuando un grupo armado irrumpió en una cárcel de Tula, en el céntrico estado de Hidalgo.
Para lograrlo, utilizaron varios vehículos como una camioneta modificada con una gran placa de metal en su parte delantera y que usaron como tanqueta para derribar el portón de entrada.
El caos fue aún mayor cuando, al mismo tiempo, al menos dos autos bomba fueron detonados en las cercanías del penal para distraer las fuerzas de seguridad mientras se llevaba a cabo la operación en el penal, según confirmó el secretario de gobierno estatal, Simón Vargas Aguilar.
El objetivo principal del ataque, según las autoridades, fue la liberación de José Artemio Maldonado Mejía, alias el Michoacano, y presunto líder del grupo delictivo Pueblos Unidos que supuestamente se dedica principalmente al robo de hidrocarburos en la región.
Durante la huida y posterior persecución, dos agentes resultaron heridos aunque su vida no corre peligro. La Secretaría de Seguridad estatal, Guardia Nacional y otras autoridades mantienen desplegado un operativo para encontrar a los fugados y autores del ataque al penal.
«Estamos haciendo una investigación muy amplia porque intervinieron varias personas. Es un hecho muy relevante, no es algo que suceda comúnmente en nuestro estado y por lo tanto no descartamos ninguna de las hipótesis ni deslindamos responsabilidades», dijo el procurador de Justicia estatal, Alejandro Habib Nicolás.
La Secretaría de Seguridad de Michoacán se mantiene en alerta en caso de que Maldonado Mejía y el resto de fugados intenten huir hacia su estado, informó el diario El Universal.
El Michoacano
El procurador de Hidalgo aseguró que los nueve reos fugados estaban a disposición judicial y procesados por delitos como homicidio y secuestro.
El Michoacano, quien había sido detenido apenas el pasado viernes, también estaba imputado por estos delitos. Hasta ahora, se conocía su presunta vinculación con Pueblos Unidos, un grupo relacionado por las autoridades con el robo de hidrocarburos en la zona.
El estado de Hidalgo es, precisamente, uno de los que está a la cabeza en «huachicoleo», tal y como se conoce en México al robo de combustible mediante tomas clandestinas.
Tula es sede de la segunda mayor refinería de Pemex, la petrolera estatal mexicana. Muy cerca, en Tlahuelilpan, una explosión tras una fuga en un ducto en 2019 causó la muerte de más de 130 personas que intentaban recolectar el producto.
Es considerada la mayor tragedia provocada por el robo de combustible en la historia del país.