Crítico con el campo literario de su país, que reconoce afectado por la “pandemia del realismo”, el escritor español Munir Hachemi dice que hoy “casi todo lo interesante en literatura está pasando en el Cono Sur”.
Traductor del chino mandarín, aficionado a la ciencia ficción y devoto de la obra de Jorge Luis Borges, el joven ganador del premio El Ojo Crítico de Poesía 2022 no oculta en su diálogo con EFE que en el Río de la Plata se siente como en casa.
Es que, de visita en Montevideo para impartir un taller organizado por el Centro Cultural de España (CCE) como parte de su ciclo “Burbuja literaria”, Hachemi revela que la literatura que más lee es la de la zona del mundo que acunó tanto a Borges y a Ricardo Piglia como a Mario Benedetti y a Idea Vilariño.
Lo que tiene de propio
“A mí me parece que casi todo lo interesante en literatura está pasando en el Cono Sur, en Latinoamérica pero sobre todo en el Cono Sur. Las literaturas europeas en general me parecen muy atrapadas en sí mismas, incluyendo la española”, expresa.
En tanto, apunta que sus lecturas y estudios han estado fuertemente abocadas a la literatura latinoamericana, el escritor de 34 años, oriundo de Madrid, cree que si bien “hay buena literatura en todo el mundo” en el Cono Sur “hay una atención especial a lo que la literatura tiene de propio”.
“Si leo literatura japonesa hay algo ahí que me va a interesar siempre en tanto me está abriendo a la experiencia de lo ajeno, pero lo que me interesa más ahí es la historia (…) y aquí, en cambio, me parece que hay como una atención por la forma, más que por la trama”, reflexiona. Sobre la literatura de su país, en cambio, opina que allí hay “una tradición tan pesada que no permite hacer nada”, un problema que identifica como “la pandemia del realismo».
“Ahora hay gente joven que sí que está haciendo cosas muy interesantes pero incluso esos textos como que en general el 95 % son realistas, incluso los mejores”, lanza. Lenguaje del fin del mundo
En el marco de su participación en el programa español “10 de 30”, que promociona en el exterior la obra de escritores de entre 30 y 40 años, Hachemi viajó este octubre primero a Argentina, donde dio un taller en el Festival de Poesía de Rosario, y luego a la capital uruguaya.
En el CCE en Montevideo, como parte de un ciclo que comenzó con la pandemia de la covid-19, su taller tenía que estar conectado con dicha crisis y así surgió “Apocalipsis narrativos para escribir el colapso”, en cuya concepción, explica, estuvo mezclada su sensación de que aún no se ha logrado “salir” de la pandemia.
“Empezaron a pasar una serie de catástrofes, guerras, etcétera y hasta hoy no hemos parado. Esto me llevó a pensar en que tenemos la idea de que el apocalipsis viene dado por un colapso donde se apaga la Internet y deja de salir agua de la canilla (…) y que a lo mejor no es así y el fin del mundo ya es esto”, puntualiza.
Así, tomando como base novelas como “Plop”, del argentino Rafael Pinedo, que narra “un apocalipsis del signo, más que del mundo”, el español centró el taller en responder cuál es el lenguaje del fin del mundo.
“Si tú me cuentas el fin del mundo con el mismo tono y las mismas herramientas narrativas con las que me contarías cualquier otra cosa algo me falla ahí, entonces empecé a trabajar en el taller con esta idea”, acota quien enlaza además esto con su última novela publicada, “El árbol viene” (Periférica, 2023).
Escapar de la maldición Si bien aclara que no va de un apocalipsis sino de “un mundo otro” en el que los individuos, denominados “los mulai”, hablan “su propia lengua” y rezan a un dios que “solo puede ser objeto de agradecimiento”, Hachemi dice que en el taller desarrolló ideas del “El árbol viene”, donde la exploración desde el lenguaje es clave.
A lo que confiesa que si bien solo publicó en España ya está buscando editores en el Río de la Plata para que su obra desembarque en Uruguay y Argentina, el narrador y poeta madrileño dice que entre sus proyectos encaminados hay un libro de cuentos casi terminado.
“Siempre he escrito cuentos, que para mí es como el género narrativo más interesante”, dice quien, pese a su afición por la ciencia ficción, en ellos aborda temas “variopintos”.
Consciente de que sus primeros pasos fueron en poesía pero ha publicado hasta ahora dos novelas, Hachemi expresa de todos modos su temor a una “maldición” de escritores, pues, Borges, que para él es “el camino a la verdad y la vida”, “quería ser poeta y acabó siendo cuentista”, y Roberto Bolaño “quería ser poeta y acabó como novelista».
“Entonces quizás mis cuentos no van a ser muy buenos, no lo sé, pero bueno, estoy trabajando en eso y tengo también una especie de novela”, redondea. EFE
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