El equipo legal de Sean ‘Diddy’ Combs intenta atrasar inicio del juicio del rapero

Nueva York.- El juicio del ex magnate de la música, Sean ‘Diddy’ Combs, de 55 años, tiene previsto comenzar en menos de tres semanas por cargos federales, por lo que compareció en un tribunal federal de Nueva York el lunes (14.04.25) y ahora ha salido a la luz que su abogado, Marc Agnifilo, dijo al tribunal que la defensa podría solicitar un aplazamiento de dos semanas.

Citó problemas de descubrimiento, incluyendo el supuesto fracaso del gobierno para obtener un conjunto completo de mensajes de correo electrónico de un testigo clave.

El Sr. Agnifilo dijo: «El gobierno dejó que el testigo seleccionara qué correos electrónicos eran importantes, en lugar de pedir los 200.000».

Pero el juez Arun Subramanian dio a los abogados de Combs hasta el miércoles (16.04.25) para solicitar formalmente un aplazamiento.

Combs se encuentra en prisión sin fianza desde su detención en septiembre de 2024.

Aunque se declaró inocente durante la vista del lunes, los fiscales sostienen que las recientes cuestiones procesales -incluida su negativa a declararse culpable tras las nuevas acusaciones y los retrasos en el proceso de presentación de pruebas- indican una estrategia más amplia para ganar tiempo antes del juicio.

La acusación más reciente, presentada el 4 de abril, añade dos nuevos cargos a la lista existente contra Combs.

Los fiscales alegan que el rapero utilizó «fuerza, fraude o coacción» para obligar a una mujer, denominada «Víctima-2», a participar en actos sexuales comerciales entre 2021 y 2024.

También se le acusa de transportar a la mujer, junto con otras personas, incluidas trabajadoras del sexo, a través de fronteras estatales para participar en actos de prostitución.

La ampliación de la acusación se basa en cargos anteriores de conspiración de crimen organizado y tráfico sexual. Los fiscales alegan que Combs, a lo largo de varios años, obligó a varias mujeres a participar en actos sexuales, incluidas tres que fueron víctimas de trata con fines sexuales y una empleada que fue obligada a mantener relaciones sexuales.

En el caso se alega que Combs abusó de su «poder y prestigio» como figura de alto nivel en la industria musical para reclutar y explotar a mujeres, ayudado por una red de empleados y asociados.

Según los expedientes federales, Combs también chantajeó e intimidó violentamente a las víctimas, empleando tácticas que incluían agresiones físicas, incendios provocados y secuestros.

Además, se le acusa de organizar actos conocidos como ‘Freak Offs’, en los que supuestamente se obligaba a mujeres drogadas a participar en encuentros sexuales coreografiados.

El equipo legal de Combs ha rechazado las nuevas acusaciones por considerar que no hay nuevas denunciantes y afirma que las relaciones en cuestión fueron consentidas.