El Episcopado: educación sexual con seriedad es un gran desafío

El Episcopado: educación sexual con seriedad es un gran desafío

El Episcopado: educación sexual con seriedad es un gran desafío

Santo Domingo.-La Conferencia del Episcopado Dominicano afirmó ayer que la educación sexual realizada con seriedad, ajustada a la moral y a la verdad, respetando la edad, es un gran desafío que enfrenta la sociedad actual.

Al celebrarse en la próxima semana el Día de la Altagracia, los obispos dominicanos enviaron una Carta Pastoral a la iglesia Católica, en donde aseguran que corresponde, en primer lugar, a los padres educar en amor y valores para que sustenten la futura vida matrimonial de los jóvenes en el país.

“Reiteramos, de manera concreta, que los movimientos especialmente dedicados a la paternidad responsable tienen la obligación de promover y ofrecer servicios de regulación de nacimiento con métodos naturales en cada diócesis: cursos, charlas, consultas, orientaciones a jóvenes y a parejas en edad fértil”, afirmaron los obispos.

Otros males

Asimismo, manifestaron que la familia cristiana enfrenta otros fuertes desafíos, reforzados, a su entender, por la globalización de las comunicaciones masivas, afectando la vida de fe y los valores que la sustentan.

“La frecuencia de los divorcios y separaciones conyugales, siempre traumáticos para los hijos, es otro desafío al que nos enfrentamos en la época actual”, señala el Episcopado.

Puntualizó que la familia cristiana debe superar la deficiente evangelización y catequesis en los hogares.

Señala, además, que corresponde al Estado y a todas las instituciones de la sociedad ofrecer a las familias los medios adecuados para que puedan cumplir su rol fundamental a favor de la misma sociedad.

También asegura que debe continuarse el esfuerzo por el fortalecimiento de la educación escolar, pues contribuye al bienestar y a la misión de la familia, afianzando los valores iniciados en el hogar.

Faltan fuentes de trabajo

Asimismo, la carta de los obispos hace referencia a la falta de fuentes de trabajo para los padres, madres e hijos, agravada por el creciente costo de la vida, lo que, a su entender, genera tensiones por la falta de comida, medicinas, vestido, vivienda digna, educación y descanso.
Señala que invitaron a los agentes de Pastoral Social a coordinarse con la Pastoral Familiar para implementar e impulsar servicios sociales que mitiguen la pobreza y las fuertes necesidades materiales de familias golpeadas por la falta de trabajo digno.
Dijo que otro problema son los embarazos en adolescentes.