Santo Domingo.–Los haitianos han diversificado sus formas de ingresar de manera ilegal a territorio dominicano e intentar burlar la vigilancia del Ejército y del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza (Cesfront), pero a pesar de eso continúan las detenciones y devoluciones de los que son sorprendidos.
El comandante general del Ejército de República Dominicana, mayor general José Eugenio Matos de la Cruz, reveló que al día de ayer habían sido devueltos a su país 17,399 haitianos que habían ingresado ilegalmente al país.
“A veces se dividen en varios grupos para que así cuando los agentes detienen a un grupo los otros logran penetrar. Es por eso que hemos extendido el programa “Operación Escudo” más allá de los puntos fronterizos”, explicó Matos de la Cruz durante una visita realizada a la redacción de EL DÍA.
Informó que de manera cotidiana son detenidos entre 800 y 1,500 haitianos entrando de manera ilegal y que son devueltos de inmediato, en coordinación con las autoridades de migración de servicio en los puntos fronterizos.
El comandante general del Ejército explicó que los agentes del Cesfront prestan servicios en los puntos fronterizos formales y sus inmediaciones, pero que en el resto de la frontera el soporte lo dan agentes convencionales del Ejército dominicano.
Esas operaciones conjuntas han permitido mantener el elevado número de detenciones de haitianos entrando a territorio nacional, según las autoridades nacionales.
“A veces un motorista transporta hasta a tres indocumentados y cuando se acerca a un punto de chequeo lo que éstos hacen es que se desmontan y eluden el chequeo caminando tres y cuatro kilómetros por el monte para reunirse luego con el motorista. Como sabemos eso, hemos expandido la vigilancia a las periferias”, explicó Matos de la Cruz.
El alto oficial militar señaló que continúan trabajando de manera intensa en proteger la frontera.
“Operación Escudo”rinde su labor
El alto oficial visitó ayer al director de EL DÍA, Rafael Molina Morillo, y al subdirector José P. Monegro, a quienes manifestó que una de las formas de medir los efectos del control fronterizo es que el precio cobrado para el transporte de los indocumentados se ha elevado.
“Como consecuencia de la ‘Operación Escudo’ los que transportan indocumentados sienten que ha aumentado el riesgo de ellos ser detenidos y por eso cobran más por ese servicio ilícito.
Esa es una forma de medir qué tanto se está atacando el problema”, puntualizó.
Reiteró que esa es una prioridad del Ejército.