El egoísmo y la relación de pareja

Las parejas bien avenidas conversan frecuentemente acerca de sus sentimientos, pensamientos, ideas futuristas, planes, propósitos, son aliados en la disciplina de sus hijos, siempre respetando la individualidad, teniendo en cuenta que son dos personas diferentes unidas en un proyecto común.

No son egoístas.

El egoísmo es una exaltación enfermiza del yo que hace que una persona solo se ame a sí mismo y sea incapaz de amar o hacer alguna cosa a favor de otros, incluyendo a su pareja sentimental.

Implica pensar exclusivamente en sí mismo, hablar solo de sí mismo, pensar solo en sí mismo.

El egoísta utiliza la palabra yo cada vez que puede, siempre espera que le den sin dar, procura obtener ventajas de las situaciones, espera ser siempre apreciado y se encierra en sí mismo siendo indiferente a los que los rodean.
Esto lacera profundamente a la pareja y a la familia.

Generalmente es otra persona que identifica el egoísmo en nosotros, de ahí lo importante de revisarse con frecuencia personalmente y junto a la pareja con la finalidad de analizar si su egoísmo está interponiéndose en su felicidad y la de su familia.

Preguntar a su pareja que cree sinceramente acerca de su comportamiento y tomar sus repuestas con sabiduría a fin de cambiar su actitud.

Sí se puede aprender a dar sin esperar, estar pendientes de las necesidades de los demás, compartir nuestros sentimientos y pensamientos, apreciar al otro y verbalizárselo, dar gracias, y a amar incondicionalmente.