El inicio de la construcción de los dos primeros grandes hoteles, en Pedernales, debe llenar de esperanzas a miles de personas, no solo a residentes de esa localidad, sino también a quienes han luchado por mucho tiempo por el desarrollo de la nación en su conjunto.
Las partes conforman el todo y cada una de nuestras áreas geográficas amerita la mejor de las atenciones y el más denodado de los trabajos para que sus riquezas puedan ser responsablemente explotadas para que en toda su extensión de 48 mil 442 kilómetros cuadrados, el territorio nacional pueda recibir el beneficio de una buena administración.
El Proyecto de Desarrollo Turístico Pedernales-Cabo Rojo, orientado por el Fideicomiso Pro-Pedernales y la Dirección General de alianzas Público Privadas constituyó un agigantado paso en el propósito de convertir a esa localidad de la región sur en otro de los polos de atracción de República Dominicana, para nacionales y extranjeros.
La inversión de US$240 millones para construir mil 100 habitaciones, en una primera etapa, privilegia el cumplimiento de la palabra del presidente Luis Abinader, para que las políticas públicas se esparzan por todos los puntos del país, en beneficio de la gente.
“Para un gobernante serio y honesto, la palabra empeñada con su pueblo de propiciar un cambio real y tangible, con proyectos concretos y promesas cumplidas es, sin duda, la razón que me mueve a mí y a mi Gobierno en la tarea de gestionar este país día a día”, ha proclamado el propio Abinader.
Esas palabras en voz del gobernante de la nación deben encerrar un gran compromiso, en torno al cual no deben producirse brechas para el incumplimiento, no solo de parte suya, que suponemos que no lo haría, sino, tampoco de parte de quienes deben rendir cuentas de ejecución en la administración pública.
Las entidades adjudicadas son los consorcios Therrestra-Estel y Cocaro Development, dedicadas desde hace tiempo al diseño, construcción y supervisión de obras en el ámbito turístico y que, según su propia presentación, además de sus operaciones en el Caribe, están registradas como empresas en los Estados Unidos, San Martin y Aruba.
Experiencia para un trabajo de calidad no parece faltarles y no hay evidencias para suponerles incumplimientos en los compromisos que hayan asumido con el Proyecto de Desarrollo Turístico Pedernales-Cabo Rojo ni ningún otro órgano de competencia en esa gestión, por tanto, corresponde confiar en que las expectativas cifradas de movilidad económica, empleo, crecimiento y mejores oportunidades para la región sur del país pronto será una realidad.
Naturalmente, que la construcción de hoteles y demás infraestructuras turísticas en Pedernales traerá consigo también el levantamiento de obras y servicios vitales para elevar la calidad de vida de la gente: calles, carreteras, caminos, dotación de agua potable, de electricidad, telefonía, bancos, instalaciones sanitarias y centros hospitalarios.
En medio de la algarabía y las necesarias emociones que generan los propósitos de desarrollo de Pedernales, el proyecto adquiere su máxima dimensión, porque conecta también con un techo, que es un verdadero éxtasis humano: formación y capacitación, clave para el cambio.
Desde hace poco más de dos años, se trabaja para que los residentes en la zona sean sus propios agentes de cambio, incluso, en abril del pasado año 2022, el Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (INFOTEP) entregó 596 certificados, de un total de 20 mil 619 participantes que concluyeron sus capacitaciones en las áreas de hotelería, turismo y construcción. ¡Capital humano a la vista!…