Aunque quizás muchas personas lo han pasado por alto, pero la realidad es que el deporte vuelve a ser bálsamo perfecto para devolverle la alegría al mundo, luego de ser azotado por la pandemia del Covid-19.
Los amantes del fútbol se gozaron el pasado sábado al ver a la Argentina de Messi vencer a Brasil 1-0 para quedarse con la Copa América después de 28 años en Río de Janeiro, Brasil.
Luego la alegría deportiva se trasladó a Denver, Colorado, donde se celebró el Juego de Estrellas de Grandes Ligas, viviendo actuaciones inmensas, haciendo que la mayoría se olvidara de la pandemia que nos afecta.
La fortaleza del deporte es tan grande que hasta sirve para enfrentar las injusticias que se realizan contra los ciudadanos. El ejemplo lo puso el comisionado de Grandes Ligas, Rob Manfred, quien le quitó el Juego de Estrellas y el Draft Colegial a la ciudad de Atlanta como protesta por la nueva ley electoral en Georgia. Los críticos aseguran que esta medida se limita injustamente el acceso a las urnas, especialmente para las personas afroamericanas y latinas.
A partir del viernes de la próxima semana, e l regocijo deportivo se moverá a Tokio, Japón, donde aún con los pronósticos en contra, serán inaugurados los Juegos Olímpicos, reconocidos como el evento de mayor preponderancia mundial. Es una fiesta que se celebra cada cuatro años-debió realizarse en 2020-, pero esta vez por la pandemia tuvo que ser pospuesta para este año. Y aunque muchos jerarcas japoneses se opusieron, los organizadores siguieron adelante y saldrán airosos, porque el deporte con su euforia vence cualquier obstáculo, por grande que sea.