El deporte, un mentol universal

El deporte, un mentol universal

El deporte, un mentol universal

Hugo López Morrobel

Sin duda, el deporte en todas sus facetas sigue siendo un respiro, dado los constantes problemas que hoy confronta la humanidad, desde los graves inconvenientes que ha concitado la bendita pandemia, entre ellos la inflación galopante que fulmina la calidad de vida, y ahora, aunque incluso surgen temores muy bien fundados de una posible conflagración que podría explotar en cualquier momento en Europa del Este, entre Rusia, Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Aunque siempre se seguirán produciendo contradicciones e inconvenientes, dada la gran cantidad de intereses, el deporte en términos generales es un aliciente en todos y cada uno de los países, sin importar su religión, idioma o creencia.

Eso es lo que hace fuerte al deporte, que en innúmeras oportunidades ha sido el elemento clave hasta para mejorar relaciones tirantes entre países, siendo el caso más relevante, la visita del presidente Richard Nixon a China donde fue recibido por el camarada Mao Zedong.

Los dominicanos, por ejemplo, que sufrimos las consecuencias de problemas sanitarios, inflacionarios y criminalidad; sin embargo, el béisbol hace olvidar esas dificultades.

Eso demuestra que es una especie de terapia, que hace volar la mente lejos de los estresantes pensamientos que son producto de elementos tanto endógenos como exógenos.

Esa es la razón por la que hay que abogar porque en el país se mejore la calidad y la inversión en deportes, y evitar como está ocurriendo ahora, una casi segura crisis en el deporte de aficionados, especialmente en el seno del Comité Olímpico, porque quiérase admitir o no, mantener sano el deporte, es la mejor receta para curar males, ya sean momentáneos o permanentes.