El deporte siempre ha sido, por diversas razones, un sector relegado en la presentación de las memorias los 27 de Febrero, pero me sorprendió que Luis Abinader no tocara ni por asomo ese tema, porque él en lo personal y a través del ministerio, su gobierno ha realizado un buen trabajo, a pesar de las limitaciones, producto del impacto negativo de la pandemia.
Quizá en este momento, no sea un sector prioritario, como el sanitario y el económico, pero no se puede obviar que el deporte y la educación física forman parte esencial en la formación de las presentes y futuras generaciones.
A pesar de esa exclusión en el mensaje, lo que sinceramente me sorprendió, dado el interés mostrado por Abinader hacia esa actividad, le toca a la dirigencia deportiva con el apoyo de Miderec, seguir centrados en cuidar a los atletas.
Estamos a la vuelta de competir en los Juegos Olímpicos de Tokio y en otros eventos a nivel continental y regional, por lo que ahora es crucial, que sigan fluyendo recursos de todo tipo, para una buena participación.
Una pelea decepcionante
El combate entre el mexicano Saúl “Canelo” Álvarez y el turco Avni Yildirim fue un espectáculo de muy mal gusto para los millones que madrugaron alrededor del mundo, debido a que se crearon grandes expectativas, pero el resultado deja entrever un excelente montaje teatral.
No se concibe que Yildirim lanzara unos tres golpes sin potencia en los tres asaltos, y en el cuarto se negó a seguir peleando, porque aunque había recibido golpes de potencia, no era para tirar “la toalla’’, y salir sonriente ante el público.
Así no se puede engañar a los fanáticos, que saben perfectamente cuando se está frente a un engaño de marca mayor. Y eso que ocurrió en esa pelea.