No se pueden obtener buenos resultados si al deporte no se le otorga un justo presupuesto.
Históricamente ese ha sido el más grave inconveniente que ha tenido el deporte dominicano, que siempre ha sido una especie de parche, cuando de asignarle recursos económicos se refiere.
En escasas oportunidades desde las más altas instancias del Estado se ha mostrado algún grado de interés real sobre las actividades deportivas, que aunque no se admitan en público, las actuaciones de los atletas tienen y han tenido más repercusiones que las de cualquier otra actividad, incluyendo las relaciones exteriores.
Pero también hay que admitir que los pocos recursos económicos que otorga el Estado a los eventos deportivos, en innúmeras ocasiones, no han sido debidamente empleados en lo que realmente tiene que hacerse.
Todavía existe el turismo deportivo y actividades que no tienen razón de ser, y en muchas de esas es donde más se invierte.
El presupuesto que será conocido en el Congreso Nacional para 2018, con apenas unos 500 millones por encima del actual para Deportes, debe ser modificado, con el objetivo de que reciba más recursos.
Los senadores y diputados, que son producto directo de sectores marginados, deben ponerle un poquito más de atención a esta actividad, porque en campaña sus visitas mayormente se realizan a las canchas y los plays, pero, lamentablemente, jamás vuelven por esos predios, después que salen electos.
Es decir, se aprovechan del deporte para obtener votos, pero luego se hacen los sordos, mudos y ciegos, cuando de defender esa actividad se trata.
Ya es hora de que al deporte le otorguen, de una vez por todas, el lugar que le corresponde.
Radares.-Los promotores de Conor McGregor quedaron encantados con los beneficios que le dejó el “combate” ante Floyd Mayweather, al punto, que están tratando de conquistar a Canelo Álvarez a un “enfrentamiento”.