La Alcaldía del Distrito Nacional (ADN) debe tener más contacto con la comunidad deportiva a propósito del cambio de autoridades.
Se sabe que en los ayuntamientos hay prioridades de cara a la ciudadanía (basura, tránsito, alcantarillas, electricidad de vías públicas, etc), pero el deporte no debe estar relegado a un plano de indiferencia como ha sucedido en los pasados catorce años, sin ánimo de hacer leña del árbol caído.
David Collado, el nuevo alcalde, después que haga una evaluación de lo recibido y los compromisos cumplibles debe incluir como renglón de interés las actividades deportivas y recreativas, que forman parte de las necesidades de salud preventiva y diversión de los munícipes.
También es el deporte un vehículo de promoción de líderes comunitarios y de la creación de espacios públicos y la construcción y mantenimiento de instalaciones deportivas que sirvan de escenarios para jornadas atléticas y sociales, principalmente en los barrios.
El nuevo alcalde está en el deber de reorientar el departamento de deportes con gente que vaya a trabajar, no sólo a cobrar. El director debe ser un técnico que se convierta en un ente de contacto permanente con la gente que tenga vigencia -no excesiva ni obsesiva- en los medios de comunicación.
Y el incumbente debe tener más presencia -física y económica- en los eventos deportivos, no sólo en los procesos de proselitismo. ¡Extensivo a todos los municipios!