Hugo López Morrobel
La industria del deporte mundial crece en grado tal que está ubicada como la número nueve por las ganancias que genera, aunque muchos expertos discrepan de esa posición y la ubican en el quinto lugar.
De acuerdo a un estudio realizado hace unos años, y el deporte ha alcanzado más importancia de esa fecha al momento actual, la actividad que deja más beneficio es el tráfico de drogas, seguida por la prostitución, armamentos, petróleo, pornografía, banca, farmacéuticas , alcohol y los deportes.
Para tener una idea de cómo genera el deporte millones, solo hay que observar algunas estadísticas del encuentro más famoso del fútbol americano, denominado Super Bowl, que el domingo se realizará en Houston, Texas, entre New England Patriots y Atlanta Falcons.
Treinta segundos de publicidad televisiva costará sobre los seis millones de dólares, y la demanda es tal, que han rechazado anuncios, debido a no pueden saturar el espectáculo. Los asientos de tercera tendrán un precio de tres mil 300 dólares, mientras los de primera estarán por encima de los 25 mil dólares (un millón 200 mil pesos dominicanos), dinero que no ganaría un obrero dominicano que trabaje durante 14 años devengando el salario mínimo actual.
La industria del deporte se hace cada día más poderosa, incluso disciplinas que hasta hace pocos años “peleaban” con uña y dientes por un pequeño incremento salarial, hoy “están botando las puertas por las ventanas”.
En Grandes Ligas, cuyos dueños no son nada dadivosos, de un tiempo acá, los peloteros están logrando buenos pactos, producto de que tienen ganancias nunca antes vista. No en balde el dominicano del rincón más apartado lucha a brazos partidos porque alguien de su familia llegue a la Gran Carpa.
Los ejemplos sobre cambios radicales en el ‘modus vivendi’ se pueden ver en cualquier ciudadano, en especial familiares y amigos de cientos de peloteros que han pactado para el béisbol organizado.
RADARES. Que nadie descarte a ningún equipo a estas alturas en la Serie del Caribe, porque hay muchos ejemplos de conjuntos que caen en los dos y tres primeros choques, y se coronan campeones por el tipo de formato que sustenta ese espectáculo.
