Un discurso con tantas aristas y temas complejos, como el pronunciado ayer por el presidente Danilo Medina, es difícil de hacerle de inmediato un análisis objetivo.
Sin embargo, en el área de deportes fue bastante “ahorrativo” al circunscribirse a lo siguiente: “El Ministerio de Deportes, por su parte, tiene en marcha desde 2016 un exitoso plan de rescate de los espacios deportivos en más de 400 comunidades y está preparando la reedición de los XIV Juegos Nacionales, que deberán celebrarse en julio de 2018 en la provincia Hermanas Mirabal”.
A pesar de la trascendencia y alcance que reviste el deporte para la sociedad, históricamente los presidentes, en escasísimas excepciones, les dan la debida importancia y mérito, en su rendición de cuenta.
Parecería que esa es una visión generalizada de los mandatarios dominicanos, a pesar de que han tenido en el deporte un muy buen aliado circunstancial en momentos de crisis política y de otra naturaleza.
La recuperación de espacios deportivos en 400 comunidades debe haber tenido un impacto extraordinario en todos los órdenes, aunque parezca un hecho de poca trascendencia.
Mientras unos consideran que el anuncio es intrascendente, otros, como es natural en la política partidista, lo definen como muy significativo, situación natural, de acuerdo a los intereses envueltos en un tema cualquiera.