En los últimos 50 años, el dengue se propagó de nueve a más de un centenar de países, convirtiéndose en la enfermedad vectorial de más rápida propagación.
«La enfermedad no tiene la atención de los donantes, ni de las autoridades políticas, y se está expandiendo a marchas forzadas, cuando es una dolencia que podría prevenirse», alertó en rueda de prensa el subsecretario general de la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR), Walter Cotte.
«La tasa de mortalidad del dengue es del 2,5%. Es baja si se compara con el ébola, que puede llegar al 90%. Pero las consecuencias para la economía de las familias que lo padecen son catastróficas», dijo Amanda McClelland, del departamento de Salud de Emergencias de la FICR.
El impacto económico del dengue en América se eleva a US$ 2.100 millones de dólares anualmente, y en Asia Suroriental a US$ 2.360 millones, según estimaciones de la FICR.
En 2010, el número de casos registrados de dengue en América Latina se elevó a 40,5 millones, a 48,4 millones en África, y a 204,4 millones en Asia, según la Federación.