A las 09.00 hora local de Nueva York (13.00 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en julio ganaban 0,79 dólares con respecto al cierre de la jornada anterior.
Nueva York.- El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este lunes con una subida del 1,49 % y se situaba en 117,40 dólares ante la posibilidad de que EE.UU. y sus aliados occidentales impongan sanciones a las importaciones de petróleo y gas natural ruso.
A las 9.05 hora local (14.05 GMT) en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos futuros del WTI para entrega en abril añadían 1,72 dólares por barril respecto al cierre del viernes, que terminó con una subida semanal en torno al 25 % debido a la guerra en Ucrania.
El barril de referencia estadounidense tocó brevemente los 130 dólares este domingo por la noche en las operaciones electrónicas mientras que el crudo europeo se elevó hasta los 139 dólares, llegando en ambos casos hasta niveles no vistos desde julio de 2008 antes de moderarse.
Los precios del crudo, el gas natural y la gasolina se han disparado hasta sus niveles más altos en una década tanto en EE.UU. como en Europa por el temor a una reducción en el suministro derivada del conflicto bélico que inició el Gobierno ruso en la vecina Ucrania a finales de febrero.
Rusia, uno de los líderes en exportación de crudo y productos petrolíferos del mundo, enfrenta duras sanciones por parte de EE.UU., Europa y sus aliados por la invasión a Ucrania y está experimentando dificultades para vender sus combustibles aunque el castigo no se aplique a su sector energético.
Los aliados occidentales estarían barajando ahora dar un paso más en esa dirección y prohibir de manera coordinada las importaciones de petróleo y gas rusos, según dijo el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, en una entrevista en CNN este domingo.
Según los analistas de la firma Oanda, el mercado se enfrenta a “combinación de factores tóxicos” incluyendo esa posibilidad, el avance de la guerra en Ucrania y las demandas de última hora de Rusia a Estados Unidos durante las negociaciones para recuperar el pacto nuclear con Irán.